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Voto de XBMediavilla:
9
Drama Rusia, siglo XVI. Segunda parte: Iván el Terrible vuelve a Moscú, donde los boyardos (nobles terratenientes rusos) siguen conspirando contra él y consiguen incluso el apoyo de la tía del Zar, que quiere ver a su hijo (un incapacitado mental) sentado en el trono y convertido en cabeza de la Iglesia rusa, la cual, mientras tanto, acusa a Iván de herejía. Pero el Zar se adelanta al complot urdido contra él y elimina a sus enemigos con ... [+]
2 de noviembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Iván el Terrible es una película en dos partes sobre Iván IV de Rusia dirigida por Sergéi Eisenstein. La primera parte se estrenó en 1944 pero la segunda parte no se pudo estrenar hasta 1958 debido a la censura política. En principio debía ser una trilogía, pero Eisenstein murió antes de terminar el rodaje de la última parte.

Nos encontramos ante una obra grandiosa en todos los sentidos cinematográficos, que en términos de estilo visual y logros formales resulta insuperable. La sublime y milimétrica puesta en escena permite a Eisenstein mostrar su portentosa capacidad expresionista, sólo comparable con la de Orson Welles.

Respecto a la imagen, lo primero que debemos comentar es la cámara. La cámara apenas se mueve, es decir, no hay casi travelling, y la acción fluye a través de un magnífico montaje como es de esperar en la obra de Eisenstein, alguien que revolucionó el mundo del montaje de películas.

El film está lleno de planos antológicos, destacando el uso de primeros y primerísimos planos, donde las miradas juegan un papel fundamental y que le ayudan a transmitir una mayor expresividad sin necesidad de palabras. Uno de estos que impacta bastante al espectador es el primer plano de Iván de perfil con un fondo de nieve con personas marchando en hilera sobre él o en la coronación la mirada que Iván hecha de reojo sobre los Boyardos dando a entender que él ya sospecha de ellos.

El juego de sombras también es muy impactante para mostrar la soledad del zar o su poder. Una escena clave es la sombra en la pared de Iván cuando decide ayudar a Isabel de Inglaterra, que mientras dice: “Así se mostrará el poder del zar”, en la imagen vemos la sombra de este se proyecta sobre la pared del fondo junto a la sombra de una esfera armilar, como si fuera el soberano del mundo.

Respecto a la interpretación, volvemos a ver una interpretación exagerada por parte de los actores, en especial de Nikolai Cerkassov, el zar Iván, al que también recordaremos por la película también de Eisenstein Alexander Nevski (1938). Si comparamos las dos actuaciones de este mismo actor en las dos películas, encontramos una mayor expresividad en esta segunda con quizás demasiada exageración en algunos momentos como cuando levanta el puñal con el emisario de Kazán. Posiblemente este hecho se deba a una influencia del teatro chino y del Kabuki japonés.

Una mención especial se merece la fotografía de Eduard Tissé y Andrei Moskvin.
Por último, una mención especial se merecen la banda sonora compuesta por Sergéi Prokófiev, habitual de Eisenstein; y el sonido ambiente que crean ambientes impactantes junto con la banda sonora como es el sonido de las campanas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
XBMediavilla
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