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España España · Málaga
Voto de Lukas:
6
Drama Tras haber defendido el título diez veces, el campeón mundial de boxeo Rocky Balboa (Silvester Stallone) ha decidido retirarse. Sin embargo Clubber Lang (Mr. T), un boxeador muy agresivo que ha ido escalando puestos a base de destrozar a sus rivales, desea arrebatarle el título. Pese a la negativa de Rocky, Clubber consigue provocarle para que acepte el desafío, y esta vez el resultado del combate se presume bastante incierto. (FILMAFFINITY) [+]
8 de enero de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta vez, era el turno de la tercera de la saga, Rocky III. Ya sé que tendría que haber visto la segunda parte antes, pero en el prime time de ayer la que tocaba era la tercera, así que es la que vi. Ya no me acuerdo bien de Rocky II, pero me imagino de qué va. En fin, ahora en el intro se nos resume y se nos pone al día, así que ya estamos orientados. Rocky Balboa sigue su vida, su carrera triunfal. Se ha establecido, y ya no vive en una pocilga, sino en una mansión señorial. Pegar puñetazos en el ring da mucho dinero, a lo que se ve. Quién te ha visto y quién te ve. Lo que tenemos aquí es la prueba palpable de que Rocky se ha convertido en una mitología, ya a comienzos de los 80. Hasta en las máquinas de pinball está presente. ¡Qué bonicos eran los años 80, y qué cutres!

Esta vez es Stallone el que dirige, aparte de escribir el guión. El director de fotografía cambia (es Bill Butler), pero el reparto es el mismo, con la novedad de dos mamarrachos que se enfrentan a nuestro hombre: Hulk Hogan y Mr. T., que se haría famoso por El Equipo A, esa serie tan de los 80… Claro, la cinta tiene que tener algo de chicha, de lo contrario no tendría sentido. Así, tras la pelea cómica con el campeón de pressing catch, nuestro hombre habrá de vérselas con nada menos que Clubber Lang, que le reta una y otra vez a que se enfrente con él. Esta pelea saca a Rocky de la vida cómoda que lleva ahora, lo vuelve a los comienzos. La muerte de su entrenador, Mickey, que se atraviesa justo cuando la primera pelea con la bestia, lo pone contra las cuerdas. Dos fracasos, uno profesional, el otro de la propia vida, son demasiado para él…

Esto es lo mejor, sin duda, de una peli que se deja ver, pero que no tiene nada especial, y que adolece de falta de ritmo y con una fotografía mediocre (¡esos primeros planos, esos colores simples!). Es en esta parte central, cuando nuestro protagonista ha de vérselas con la depresión, el empezar de cero, que el espectador recobra un poco el interés por el personaje. Pero claro, lo que viene después es un poco predecible, y no sirve más que para seguir inflando la popularidad del personaje, que seguiría en varias entregas más. Es poco creíble Apollo Creed como entrenador, es cierto. Pero deja momentos para el recuerdo, ahí en la soleada California. Cuando suena Eye of the Tiger, enseguida volvemos a los mejores años de nuestra vida, cuando éramos adolescentes y toda la vida por delante. Volver a nacer, qué alegría. Hazlo por ti, le dice su mujercita Adrian. Y Rocky lo intenta, claro. Una vez más, las secuencias de los combates están muy bien rodadas, con gran realismo y dramatismo. Sí, es más de lo mismo, pero con fuerza y pasión. Ojalá muchas pelis de acción de hoy en día tuvieran semejante brío.
Lukas
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