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España España · Málaga
Voto de Lukas:
6
Drama Madrid. Manuela, una madre soltera, ve morir a su hijo el día en que cumple 17 años, por echarse a correr para conseguir el autógrafo de Huma Rojo, su actriz favorita. Destrozada, Manuela viaja entonces a Barcelona en busca del padre del chico. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2024
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La vi hace tiempo, cuando se estrenó, en el cine, y la verdad es que me gustó mucho, y me pareció, desde entonces, la mejor de Almodóvar. Durante todos estos años, no he querido volver a verla, pero anoche no me pude resistir, aprovechando que la daban en el canal temporal Los Goya, por M +. Y, la verdad, con el paso del tiempo (veinticuatro años, que se dice pronto), las cosas han cambiado, tal vez a peor. Yo ya no soy el mismo, y el que se entusiasmaba con estas cosas, ya no. La película está bien rodada, hay maestría técnica, y los actores y sobre todo actrices, dan la talla con soltura, pero… El pero es la historia, desde luego. Vale, que estamos en el cine, es una ficción, no hay por qué darle más vueltas. Pero ¿qué pasa con lo que se decía en Instinto básico? Suspensión de la incredulidad. Pues aquí, nada de eso. Las secuencias se suceden, la historia avanza, pero no hay intriga, no hay nada, solamente astracanadas, chistes malos, a veces malísimos. Hay personajes, como el de La Agrado (Antonia San Juan), que resultan cansinos, cuando ya sabemos de qué va. Otros, como el de Rosa (Penélope Cruz), son totalmente inconsistentes, nada creíbles. Por no hablar de otros muchos errores, no sólo de personajes, sino de giros de guión o, simplemente, de ocurrencias típicas de Almodóvar (a qué irse a A Coruña a ver quién fue el que recibió el corazón, hay que joderse).

Por estas, y muchas otras cosas, es una película fallida. Entonces, le di un 8, pero ahora le bajo la nota, y mucho. Es verdad que te ríes, por momentos; y que ese diseño de producción gusta, tan típico de Almodóvar. Pero, joder, ya cansa tanto rojo y tanto buenismo y tanta modernez y tanta vida salvaje y tanta droga. Es como si, sin droga y todo este mamoneo que se trae siempre el manchego, las pelis no tuvieran sentido. Vale, que es su mundo, es lo que le gusta, y así disfruta el hombre. Pero uno tiene que hacer películas también para el gran público, no en plan egoísta, lo que a mí me gusta, y a mi camarilla. Que le dieran el Oscar, es incomprensible. Se entiende, en cambio, que le dieran premios a Cecilia Roth, que es aquí la superestrella, la actriz que borda su papel, Manuela, una madre herida. Tampoco es creíble su historia, y la verdad es que la mujer ya tiene sus años, no está para hacerse la loca (¿os acordáis de cuando salía en Arrebato, de Iván Zulueta?). Pero es ella la que sostiene todo este tinglado, y por eso la peli merece la pena. Como bien dijo alguien en otra reseña, es una mujer guapísima, siempre ha sido de mis favoritas. Si me preguntan por mi tipo ideal de mujer, diría sin dudar: Cecilia Roth.

Por lo demás, bien. Realización, estupenda. Dirección de actrices, de diez. Almodóvar es el mejor director de actrices en nuestro país, quién lo duda. En esta historia rocambolesca, los hombres son unos peleles (fíjense en los créditos finales, cómo aparecen sus nombres, y luego el de ellos; ellos son casi colaboradores, qué gracia). La película está dedicada a todas las madres, y sobre todo, a su madre. Al fin y al cabo, la mejor amiga de un muchacho es su madre, ¿o no? Me encanta, eso sí, la música, de un inspiradísimo Alberto Iglesias, con suaves toques de jazz, que baña la historia en mil perfumes. De sus mejores bandas sonoras, sin duda. La fotografía, del brasileño Affonso Beato, destaca esos colores primarios, tan kitsch, brillantes, que son el contraste perfecto a una historia sombría. Porque, hay que decirlo ya, antes de la despedida: estamos ante un melodrama que ni los de Douglas Sirk. Hay homenajes a pelis (All about Eve) y a escritores (Capote, cómo no), pero todo es excesivo, y no hay quien se lo crea. La tragedia viene demasiado pronto, y lo que se lía en Barcelona es también de juzgado de guardia. Es una pena, porque con una historia más controlada, el espectador habría disfrutado más. Lo malo es que Almodóvar ya es perro viejo, y hace lo que le da la gana.
Lukas
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