Si pensais que vais a ver una película infantil, estilo Disney, irse olvidando; preveo que a pocos niños les va a gustar este film porque habrá acción y aventuras pero entra en juego lo psicológico, entre risas y miedo, entre saltos y gritos, puede que a los niños, o se aburran o salgan asustados de los monstruos.

La película se hace densa y soporífera, a la vez que irritante al cerebro. Perfectamente puede durar media hora pero lo han alargado hasta los noventa minutos y eso se nota. Gracias a los personajes, que lo hacen de fábula los actores, se te hace menos amargo el largometraje pero no es suficiente, les coges cariño pues transmiten algo más que simpatía aunque tienen problemas que llegan a lo psicológico. Aún así, poco más transmite el film y eso hace que, el principio y el final pasan demasiado deprisa y los ochenta minutos restante, ritmo lento e interminable.

Los actores lo hacen bastante bien, en peculiar, el protagonista, ese niño que te gustaría matarlo nada más ver el primer minuto porque es el tipico chico insoportable, chirriante, agobiante, que no quieres saber nada de él.

Los efectos especiales están bastante logrados gracias a la factoría de Jim Herson, que hacen de los personajes estar increiblemente realizados, que consiguen parecer reales, sin usar la magia del ordenador, así como los saltos, caidas y pedradas.

La música bastante bien pues es igual de chirriante y molesta que el protagonista del film. En cuanto a la fotografía como a los escenarios, consiguen que te creas que el mundo de Max, el protagonista, sea muy creible y estés dentro de él.

En fín, película que sólo recomendaría a los fans del libro como del director Spike Jonze. Y si vas con niños, piensatelo dos veces.

LO MEJOR: El niño. Los monstruos. La música. La fotografía. Los escenarios.
LO PEOR: Ritmo lento y amargante. Historia que no da para mucho.