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Voto de FATHER CAPRIO:
5
Intriga. Cine negro Suddenly es un pequeño pueblo de California donde nunca pasa nada. Un día, la noticia de que el tren del Presidente de los Estados Unidos hará una parada en el pueblo, provoca un gran revuelo. Unos gángsteres planean asesinarlo desde la ventana de una casa donde viven un jubilado del Servicio Secreto, su nuera viuda y el hijo de ésta. Los rehenes intentarán impedirlo. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2009
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre la galardonadísima De aquí a la eternidad (Zinnemann-1953) y la notable El hombre del brazo de oro (Premminger -1955), Sinatra rueda Suddenly en 1954 a las órdenes de Lewis Allen, director inglés no demasiado conocido y que desde luego no pasará a la historia del cine por esta De repente, que, haciendo honor a su nombre, se rodó en apenas cuatro semanas y con un presupuesto no demasiado boyante, dado el tufillo a serie B que desprende. No a serie B de las buenas, que haberlas háilas, sino a serie B con B de "búscate si puedes algo mejor" que también las hay en la viña del señor Lumière.

Y eso que el señor Frank Sinatra consigue sacarle partido a su papel de matón sueldo con psicosis incorporada a quien se le ha encomendado una asesinato de alto standing. Sin ser demasiado exigentes, le saca cierto jugo, si señor. Por encima de un Sterling Hayden en su papel de sheriff bueno que no acaba de despuntar demasiado y que en mi opinión anda a años luz de aquel Johnny Clay de la genial Atraco Perfecto de Kubrick (1956). Y por contar, también contamos con un secundario de lujo como es James Gleason quien le roba más de una escena al superstar Sinatra.

La cosa recuerda un tanto a aquellas Horas desesperadas de William Wyler, curiosamente de un año después (1955) - tal vez hubiese debido decirlo al revés, ya me entienden, que al Cesar lo que es del Cesar - con Bogart de invitado poco recomendable haciendo tiempo y Fredric March de propietario en apuros. Claro que, para ser absolutamente sinceros, la idea original procedía de una obra teatral de Broadway que Wyler llevó a la gran pantalla con una mayor teatralidad de la debida pero sobre todo con grandes dosis de suspense, suspense que en Suddenly es una palabra prácticamente desconocida.

Cuando hay imaginación e ideas, el presupuesto no es un elemento absolutamente condicionante para el éxito de un film. Cuando no hay ni una cosa ni la otra, apaga y vámonos. Lo dicho, para muy incondicionales de Frank Sinatra, y si a pesar de todo deciden verla, deténganse también en el trabajo de James Gleason. Al menos les valdrá para algo.
FATHER CAPRIO
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