Aunque la premisa es buena: encaminar la leyenda de Mulan hacia un tratamiento, como historia, más adulto; finalmente, la conclusión es una película desangelada, sin espíritu, carente de la personalidad propia de un cine familiar o de un cine histórico...Su metraje se queda relegado a escenas de acción propias del cine de Zhang Yimou donde, se puede decir, que técnicamente es aceptable y a destellos de un relato que nos sabe a poco por la falta de redondez clásica de su homónima animada. El espectador, como es lógico, se queda decepcionado y no es para menos.