Yo no sabía que esta película es una especie de continuación de 'El protegido' [2000] ni tampoco que en su recta final me insinuaría que puede continuar. Es decir, que más que ante una trilogía nos encontraríamos con una vulgar mini serie sin aviso previo.

Por el contrario, sí tenía conocimiento de que el director contó com muy bajo presupuesto y que eso le obligó a agudizar el ingenio. Así pues, fue esa esperanza, el buen hacer técnico del realizador y la buena acojida de la crítica lo que me llevó a gastar mi tiempo y dinero en ella, como espectador.

El resultado ha sido decepcionante. Tras un inicio prometedor, enseguida te das de bruces con un horroroso guión -nunca escarmentaré cayendo en la tentación de acercarme a largometrajes en los que el director es también su guionista- en el que se estira una historia por falta de ideas y, lo que es peor, se trata de vender al espectador una reflexión 'científica' plagada de tebeo y mezclada con abusos de 'género', como denuncia tan al gusto de la actual corrección política. Y pierdan cuidado los morbosos: tampoco aparece atisbo alguno de la sensualidad que suele acompañar a este tipo de temática.

Y es que, en materia de angustioso cine de secuestros patológicos, fue 'El Coleccionista' [1965], de William Wyler, quien marcó un antes y un después, y hay que hilar fino a la hora de elegir sin grandes riesgos de tragarte un sinsentido. Recientemente, 'La Habitación' [2015], de Lenny Abrahamson, o 'Calle Cloverfield 10' [2016], de Dan Trachtenbergme, me dejaron un buen sabor de boca. Pero, ya digo, hay que tener mucho cuidado con el cine de sótanos.

En la obra que nos ocupa el director se atreve a especular nada menos que con el 'Trastorno de identidad disociativo' y el resultado no puede resultar más histriónico y caricaturizador. Se salva de la quema absouta gracias al protentoso James McAvoy, quien se las ve y desea para encarnar a un imposible personaje que navega entre Hannibal Lecter y el increíble Hulk. Ni siquiera existe lo menos que se puede esperar de una película anunciada como de terror: un poquito de ansiedad, tensión, suspense. Mas bien oscila entre el puro tedio y algunas risas de los espectadores.

El resto del reparto es digno de telenovela de quinceañeras, si exceptuamos algunos momentos de Anya Taylor Joy. La ambientación e iluminación es propia de cualquier mala serie televisiva. La banda sonora simplemente cumple, porque, tambiés es verdad, no puede hacer más.

Resumiendo: huir.

Decepcionante secuela de una serie y en B, que medio salva James McAvoy [4 sobre 10]

elquiciodelamancebia.wordpress.com/2017/02/04/multiple-2016-de-m-night-shyamalan