Pon un cero a la izquierda, ahora añade 300 ceros más. Ese último cero es lo que es ahora el trabajador, el obrero de toda la vida.

Este corto, de corte social, critica la situación de inseguridad en la que vive el trabajador, lo poco que significa, lo poco que se le valora, lo prescindible que es (por lo que he leído a partir de una experiencia personal del director). Esta situación no debería sorprender a nadie, pues es el pan nuestro de cada día y ya hay muchos que lo aceptan y hasta lo defienden.

No obstante, que nadie piense que Pecera va a la raíz del problema (ni muchísimo menos), es más como si denunciara a ese jefe cabrón que te hace hacer horas y horas y más horas, o como si criticase al tío de recursos humanos (que está en tu misma situación) que te dice que estás despedido cuando llevas 20 años partiéndote el culo por la empresa.