Yo no sé si descojonarme o si cagarme en todo, por lo pronto voy a escribir aquí unas líneas para desahogarme.

Me tengo que agenciar el título de un libro del gran Julio Anguita para describir esta película, pues lo más acertado que se puede decir de ella es que es un verdadero atraco a la memoria. Y es que dice cada estupidez tan descomunal que puede llegar a considerarse, y no exagero, un insulto. Y me jode, aunque alguien no lo crea me jode bastante que esta película sea así porque hay aspectos en los que la peli no es mala. Los dibujos y la banda sonora no son nada malos, los personajes son simpáticos y hay algún que otro detalle técnico bastante bueno. Caray, ¡si hasta se puede ver a Alekséi cojeando! y cualquiera que sepa un poco de historia, del zarismo ruso y de la revolución rusa percibe y agradece este tipo de detalles.

Ahora bien el resto de la película es un despropósito. La cinta está cargada de ideología, pero es que además se atreve a cambiar totalmente la historia.

"Hubo una época, no hace mucho tiempo, en que vivíamos en un mundo encantado de elegantes palacios y grandes fiestas, corria el año 1916 y mi hijo Nicolás era el zar de la Rusia imperial" (esto con un tono de abuela encantador y con imágenes de un zar que reflejan el rey y padre bondadoso de los cuentos de hadas). Tócate los cojones. Era una época de puta madre para usted señora, las fiestas y los palacios eran para usted y su prole no para el resto de los rusos, que se morían de hambre y frío.

Resulta que la revolución rusa fue a causa de Rasputín, que le tenía manía al zar. Por su culpa "la CHISPA de infelicidad que había en el país fue abanicada hasta convertirse en una llama". Curiosa la forma de describir que el pueblo estuviera hasta los cojones de pasarlas muy putas. Al guionista solo le faltó poner que Rasputín abanicó el CUENTO que tenía la plebe.

La primera canción de la peli lo dice todo. "Con este nuevo orden hay poco que comer...por desgracia el zar murió...cuidado que te van a oír".

A todos los funcionarios públicos rusos se les pone de malos; a la vieja fea y gruñona del orfanato, al policía y al de la estación de tren.

Por no hablar de sutiles perlas como "Es lo que odio de este gobierno, todo es de color rojo" o "Ya sé lo que hay a la izquierda, seré Ania la huérfana para siempre, pero si tuerzo a la derecha tal vez...".

O esta película está hecha por y para la sangre azul o yo no me lo explico.