Estrenada poco antes de la llegada de las plataformas de streaming a España, "El Príncipe" fue un fenómeno televisivo de principio a fin, manejando impresionantes cuotas de share en horario prime time durante toda su emisión. Hoy en día las series españolas (miniseries en su mayoría) muestran unos estándares de calidad superiores y probablemente "El Príncipe" no sería una serie destacada si se estrenara en la actualidad, pero creo sin duda que se trata de una serie entretenida. Con evidentes fallos de guión y algunas actuaciones pobres, pero que mantiene al espectador ansioso de conocer el final de la historia. Estoy convencido que sin este tipo de proyectos nunca hubiéramos tenido las series de las que disfrutamos hoy.

Después de revisionarla creo que "El Príncipe" fue una oportunidad perdida para habernos enseñado la auténtica Ceuta, una ciudad muy olvidada para el ciudadano español medio, que muchas veces solamente oye hablar de ella a raíz de conflictos migratorios. Una pena que muchas de sus escenas se grabasen con fondos de croma y que apenas aparezcan sus verdaderas calles en vez de escenarios ficticios. Por ejemplo, no aparece ninguna imagen de una frontera que cruzan cientos de personas cada día con muchos kilos a la espalda.

Una oportunidad perdida también para acercar al espectador la cultura árabe/marroquí presente en España de una forma más realista. Sin ir más lejos, ni una sola referencia a los 5 rezos diarios, al ayuno del ramadán o a la fiesta del cordero. O la gastronomía, que queda reducida al té moruno y los dulces. No en vano, la serie nos presenta una familia musulmana muy artificial, que no hablan una palabra de dariya entre ellos, con solamente una actriz de origen árabe entre sus componentes y plagada de tópicos (boda concertada, un hijo narcotraficante, otro hijo yihadista, etc.). Como dato curioso, no hay ni siquiera uniformidad a la hora de pronunciar el nombre del personaje de Khaled. "Jalid", "Jaled", "Kaled", entre otras formas.

En cuanto a las actuaciones, creo que están notables José Coronado y Rubén Cortada. También me convencen Pau Durà y Juan Manuel Lara. Y daría el aprobado justo a Thaïs Blume. De los secundarios, me han gustado Hamid Krim, Elia Galera y Susana Córdoba. También me gusta la aparición de Xavier Estévez y Blanca Apilánez.

El resto de actuaciones creo que no dan la talla. Los dos personajes protagonistas, Álex González y Hiba Abouk, suspenden. Susurrar y llorar, ese sería el resumen. Tampoco me convencen Stany Coppet ni Mercè Montalà -una espléndida actriz de doblaje, eso sí-. Terrible Tomás Calleja, el peor de la familia. Y mal también Jesús Castro, pese a que se incorporó tras ser nominado al Goya. Algunos personajes eventuales (delincuentes de la comisaría, estudiantes del centro civico) son de un nivel muy, muy bajo.