Filme francés que no deja indeferente a nadie. Una historia de amor sin fin. Un amor muy actual, en el que no hay sitio para el romanticismo y dónde un juego lo domina todo. Entretenida y divertida con unos fabulosos cambios de planos y unos originales efectos que le dan un toque de calidad a la película que te pueden hacer pensar que estás viendo una película de cine americano.
Quizá es un poco enrevesada y con un final un poco extraño que a más de uno le dejará inconforme debido a su inteligibilidad.