En primer lugar, destacar la complejidad de realizar una película que tenga como trama principal la ascensión de una persona en la banda terrorista ETA. Es decir, de una pobre muchacha que, enamorada, es capaz de ir escalando posiciones y pasar de ser abertzal a formar parte de la cúpula terrorista y perpetrar asesinatos. Pero, a fin de cuentas, estamos ante una buena historia, un thriller que se deja ver sin resultar demasiado pesado ni cargante.

El caso es que, tanto muchas de las localizaciones de la película (la Foz de Lumbier, Pamplona...) me pillan cerca de mi casa y me resultó curioso al menos el enterarme de que, parte de la película, estaba basada en acontecimientos que sucedieron en la Foz allá por 1990.

Las interpretaciones (salvo excepciones) son magistrales. Tenemos a una Ingrid Rubio magistral en su papel de Arián. Rubio consigue hacernos partícipes y que empaticemos enseguida con ella: que seamos capaces de darnos cuenta de la barbarie que se está cometiendo y hasta donde es capaz de llegar una persona por amor. En fín, lleva el peso de la trama, de ser la protagonista y, a mi parecer, lo borda.

¡Y que decir de Silvia Munt! Perfecta en su papel de asesina veterana de la organización.

Película recomendadísima para todo el que quiera ver un thriller que, pese a tener algunos defectillos, se deja ver.

7/10.

A más ver...