Se echan de menos este tipo de teleseries en los tiempos que corren amigos. Historias cercanas, humanas, de familias amantes los unos de los otros que no buscan conflictos ni ambicionan más de lo debido sino simplemente vivir bien y en paz con Dios Padre. Las tramas eran complejas y profundas a la par que amenas y comprensibles a la vez, y uno se regocijaba de que la familia siempre saliera adelante por más problemas o "líos" que les surgieran.

También es digno de mención a los entrañables personajes secundarios como por ejemplo el entrañable romerales o su compañera (a la que muchos recordarán por su notable papel en verano azul) y su famosa frase de "para dentro romerales". Jajaja encomiable sentencia que ya ha pasado a ser parte de la cultura popular de este país y que sin duda también todos hemos dicho alguna vez a otra persona en clave de humor o camaradería.

El final fue espectacular y no dejó a nadie con mal sabor de boca.

Una teleserie 100% recomendable para toda la familia especialmente en estos tiempos difíciles que corren amigos. ¿A qué esperan? ¡Véanla! Es un buen consejo.


-El intelectual-