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Voto de Mimosin:
7
7,9
34.666
Comedia. Romance
Durante una visita a Roma, Ana, la joven princesa de un pequeño país centroeuropeo, trata de eludir el protocolo y las obligaciones que implica, escapándose de palacio para visitar la ciudad de incógnito. Así conoce a Joe, un periodista americano que busca una exclusiva y finge desconocer la identidad de la princesa. La pareja vivirá unas jornadas inolvidables recorriendo la ciudad. (FILMAFFINITY)
25 de marzo de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ésa es la principal virtud de la cinta. Saber combinar acertadamente un ligero cuento de hadas (el argumento no es otra cosa) y un torrente de bellas imágenes bien estructuradas. Wyler intercala con talento escenas cómicas con otras de ligero dramatismo, manipulando suavemente, pero a voluntad el mood del espectador según avanza el metraje.
El argumento, sencillito, no requiere grandes esfuerzos a los actores, pero sus interpretaciones son muy correctas, en especial la de Hepburn (para los de la LOGSE, la que se parece a Amélie). Determinadas secuencias resultan algo patéticas o poco creíbles, pero se perdona en parte por la magnificencia de los escenarios en que transcurren y el fabuloso aprovechamiento que se hace de ellos.
El final de la historia es muy acertado. El recurso fácil habría sido continuar con la línea del cuento de hadas y que la feliz pareja hubiese marchado empalagosamente unida, a lomos de un Pegaso Alado, bajo lluvia de pétalos de rosa y tras renunciar a todo privilegio. Pero afortunadamente no es así. Cada personaje toma consciencia de su posición, respeta la del otro, prosigue serenamente con su camino y le propina una patada de realidad a todos los finales Made in Hollywood que se pudiera esperar.
El argumento, sencillito, no requiere grandes esfuerzos a los actores, pero sus interpretaciones son muy correctas, en especial la de Hepburn (para los de la LOGSE, la que se parece a Amélie). Determinadas secuencias resultan algo patéticas o poco creíbles, pero se perdona en parte por la magnificencia de los escenarios en que transcurren y el fabuloso aprovechamiento que se hace de ellos.
El final de la historia es muy acertado. El recurso fácil habría sido continuar con la línea del cuento de hadas y que la feliz pareja hubiese marchado empalagosamente unida, a lomos de un Pegaso Alado, bajo lluvia de pétalos de rosa y tras renunciar a todo privilegio. Pero afortunadamente no es así. Cada personaje toma consciencia de su posición, respeta la del otro, prosigue serenamente con su camino y le propina una patada de realidad a todos los finales Made in Hollywood que se pudiera esperar.