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Voto de palandam:
3
Drama Narra una serie de reencuentros en la vida de Salvador Mallo, un director de cine en su ocaso. Algunos de ellos físicos, y otros recordados, como su infancia en los años 60, cuando emigró con sus padres a Paterna, un pueblo de Valencia, en busca de prosperidad, así como el primer deseo, su primer amor adulto ya en el Madrid de los 80, el dolor de la ruptura de este amor cuando todavía estaba vivo y palpitante, la escritura como única ... [+]
12 de diciembre de 2019
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, es verdad que Almodovar no es santo de mi devoción, y que hace tiempo que no veo una película suya. Simplemente me da un perezón terrible. No obstante, vistas las críticas a su última película y los premios que ha cosechado Banderas (entre ellos el de mejor actor en Cannes), finalmente decidí ver "Horror y Gloria", perdón, "Dolor y Gloria" (aunque bien hubiera podido titularse "Almodovar nos cuenta sus achaques y sale Rosalía").

Palabrita del niño Jesús que intenté verla sin prejuicios, pero no tengo más remedio en afianzarme en mi opinión sobre el director manchego. Es un coñazo de coco y huevo. Veamos, Banderas está genial porque me parece que con la edad, y a medida que ha ganado en madurez, se ha convertido en un excelente actor. Además me cae genial, sobre todo por los discursos que suelta cuando le dan algún premio. Un tipo cabal y sencillo, al que no se le ha subido el estrellato a la mollera. Muy bien. Nada que objetar a su actuación.

Lo que pasa es que si a un buen actor le das una mierda de historia, aunque lo haga estupendamente no va a hacer el papel de su vida (por muchos premios que le den). Y eso es lo que le pasa a esta peli. La historia será muy intimista e introspectiva y todo lo que queráis, pero yo no empatizo con ella ni con su director. No empatizo y no empatizo. ¿Tú empatizas con Almodovar? Pues yo no empatizo. Y lo he intentado. Al fin y al cabo de lo que más le gusta hablar a Almodovar en la mayoría de sus pelis es de él mismo. A veces de forma directa, a veces de forma indirecta y a veces de forma idealizada. Vale. Pero de sí mismo en definitiva y de su historia personal.

También es verdad que envuelve toda esa trama personal en un celofán colorista con multitud de situaciones esperpénticas y que distraen del tema principal de cada una de sus cintas: él mismo. Antes por lo menos te reías con algunas de esas situaciones trágico-cómicas y de algún chascarrilo ocasional. Pero últimamente, como se ha vuelto más introspectivo (es la edad), ni siquiera te da opción a que puedas soltar un "jaja" en sus películas. Y claro, lo que queda es un melodrama intimista y personal, que a él le resultará de lo más sensible pero a mí me parece un rollo del copón.

Volvemos a los temas recurrentes de su filmografía que se repiten cíclicamente, porque el manchego no sabe contar otra cosa que no sea siempre lo mismo: su infancia en el pueblo, su madre, sus relaciones, la homosexualidad, las drogas ochenteras, el sexo, y la estancada y sempiterna añoranza de la movida madrileña de los 80 y que, al parecer, dicen ahora, tampoco fue pa' tanto. Y poco más. Lo demás, no nos engañemos, es un artificio para contar lo mismo más o menos de forma diferente, pero repitiéndose hasta la saciedad.

Y además, algo que no soporto de un director, es que no deje espacio a la imaginación e interpretación del espectador (saludos a Cristopher Nolan). Es decir, que te subrayen lo obvio, por si no quedara claro. Y esto lo hace Almodovar en esta película. Por si no queda claro que la película va de él, ¿adivináis a qué se dedica el protagonista? Exacto. Es director de cine. Ni siquiera se ha molestado en hacerlo pintor, escultor, dramaturgo o de cualquier otra rama artística. No, es director de cine por si no te has enterado de que Banderas es Almodovar (eso mismo lo hace en bastantes de sus historias). Además la firma como "Almodovar", sin el Pedro, porque ya se sabe que Almodovar sólo hay uno (válgame Dios). Y para más inri, en uno de los carteles de esta película, vemos que la sombra de Banderas es de... ¿adivináis? Vaya, no me lo esperaba... . Hummm... sospecho que esta peli es autobiográfica. Gracias Almodovar por dármelo todo mascadito. No hubiera caído sin tu ayuda. Coño Pedro, si va de ti, ten al menos la valentía de ponerle al personaje de Banderas tu nombre y al de Sbaraglia el de Eusebio Poncela.

Total, que Almodovar, como otros tantos directores, ha sabido vivir del cuento durante décadas porque se les ha mitificado a ellos y a su obra (de ahí su éxito). Directores pseudointelectuales onanistas mainstream. Y en esta lista pongo a David Lynch, Terrence Malik, Jean Luc Godart y Jim Jarmusch. Pido disculpas, pero como lo siento lo digo. Es lo que hay.

Además, se ve que como Almodovar está mayor (y tiene que ser un hipocondríaco de campeonato), en ésta su última película ha proyectado todas sus neuras sobre la decadencia física y la enfermedad en la figura del personaje de Antonio Banderas. Supongo que sus achaques de señora mayor le han llevado a condensarlos y exagerarlos (porque Almodovar es un exagerado) en esta peli. Y esa es la trama de la película ni más ni menos, aliñada eso sí con una historia sobre el recuerdo del éxito pasado y el breve reencuentro del amor perdido. Un reencuentro, además, autonegado. Hasta el título no puede ser más descriptivo. Un bajonazo. Meh!

Y esta última interjección resume mi opinión sobre esta peli: Meh!
palandam
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