Si vísteis la primera entrega de Hellboy, no podéis perderos la segunda. La iguala en todos los sentidos, incluso un poco mejor en mi opinión. Es ruidosa, con mucha fantasía y máquinas diabólicas. El guión es extremadamente imaginativo y hace que el filme sea consistente y entretenido. Aunque sin muchas pretensiones, es una película más que digna, incluso por momentos brillante. Una película fantástica en todos los sentidos, y dos horas trepidantes que se consumen en un suspiro. Visualmente, el filme es apabullante con unos efectos especiales espectaculares. En resúmen el conjunto resulta bastante emocionante y con mucha diversión. Las escenas de acción son de lo mejor que he visto últimamente, a destacar los combates en los que está inmerso el Príncipe Nuada, un gran malo malísimo, que le hace mucho bien al producto. Y sobre todo la pelea contra el dios-árbol, que es rematada por un final poético abrumador, una muerte que inunda y desborda todos los lugares que ocupa la pantalla, como recuerdo de una grandeza que ya se había perdido para siempre. Sin duda, me pareció sublime y una de las escenas de esta película que se te quedarán marcada a fuego en la mente.