Un agente de la rama más secreta y recóndita de la CIA, al fallar por motivos de conciencia en su última misión, es repudiado y perseguido por su propia organización con el fin de eliminarle. Este es el inicio de una de las más trepidantes e innovadoras sagas cinematográficas de la historia del cine y esta cuarta película no desmerece en nada a las anteriores.
El director de este film nos ofrece una visión nueva y novedosa de planificación, con un ritmo electrizante y rápido donde no hay lugar para la más mínima pérdida de tiempo en explicaciones superfluas, donde el espectador tiene que asimilar toda la información que nos vuelca la pantalla con la misma rapidez que el protagonista, donde el tiempo juega un papel frenético, donde el gran realismo de todas las secuencias de la película son absolutamente creíbles.
La cinta se beneficia de un brillante y bien estructurado guión y de una interpretación seria y eficaz. Solo un par de fantasmadas enturbian ligeramente la película, pero salvo estos dos perdonables deslices, nada más que objetar a un film técnicamente perfecto.
Conclusión: Muy buena, le doy un 8 alto.