¿Es posible enamorarse de una máquina? ¿Es capaz una máquina de amar? ¿Un ser incorpóreo es capaz de ofrecer lo que necesitas? ¿Puedes alcanzar la felicidad incluso estando físicamente solo/a? ¿Puede una máquina tener sentimientos? Estas y otras muchas preguntas son las que intenta responder este film de Spike Jonze, de dos horas de duración, que no tiene ningún desperdicio, cargado de sentimientos, mezcla romanticismo y ciencia ficción, con una fotografía bien cuidada, donde muchas veces algunas secuencias son cuadros para enmarcar.



Her desarrolla el planteamiento de un hombre del año 2029, donde la tecnología es parte de la sociedad, al sentirse sólo compra un Sistema Operativo para probar solucionar sus problemas emocionales tras la ruptura con su esposa, pero esa decisión le hará vivir una de las experiencias más increíbles de su vida, donde el amor, insólito, será el tema principal de la trama.

Poco hay que reprocharle al film, ya que en el aspecto técnico está muy bien tirando para sobresaliente, y en la parte humana, dirección e interpretación, está más que correcta tirando para notable, pero destacando por encima de todo el guion, atractivo y original, y por lo tanto claro merecedor de ese Oscar y del premio del Sindicato de Guionistas (mayor reconocimiento si aún cabe).



Si debeis verla o no, mi recomendación es que sí, no os decepcionará en absoluto y seguramente más de uno deseará enamorarse otra vez, porque el amor no tiene edad, ni tiempo ni espacio.