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Voto de Kyrios:
4
Terror. Intriga Una bahía, objeto del deseo de diversos personajes ambiciosos, será el espacio fatal donde se producirá una cadena de muertes causadas por sádicos asesinatos. Al parecer, una trama de oscuros intereses es el motor que impulsa una rueda criminal implacable. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2015
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reazione a catena (Bahía de Sangre, 1971) es una de las películas más importantes dentro del subgénero Giallo. Como no podía ser de otra manera, el filme lo dirige Mario Bava, uno de los nombres claves del terror. Lo cierto es que la película anticipa con una década de diferencias las películas Slasher que tanta repercusión tendrían en los Estados Unidos. Más en concreto, la película guarda bastante relación con un filme icónico, que no decente, como Friday the 13th (Viernes 13, 1981). En Italia la película fue un fracaso en taquilla, seguramente porque el público no estaba predispuesto a aceptar una película de dimensiones tan cruentas. En España, el filme fue estrenado una década más tarde, a rebufo precisamente de la invasión norteamericana del Slasher[1].

Prácticamente, podríamos decir que la película se centra en un eje de Body Count. Este término, tan norteamericano, en realidad aparece ya en Bahía de Sangre. Y es que básicamente, la película de Bava consiste en mostrar una concatenación de asesinatos, a cada cual más morboso. Porque realmente, el argumento en el filme de Bava es totalmente secundario. La historia es un vehículo del que se sirve el cineasta para mostrar lo que en realidad le interesa, que es la acción. Tampoco es que esto fuera algo excepcional, pues muchas películas de Argento o del propio Bava empezaban a demostrar esta tendencia, que mostraba un alejamiento de la historia y la narración convencional para acercarse a la pura imagen.

Por este motivo, podemos decir perfectamente que la película resulta incomparable con otras del propio Bava, caso de la excelente La maschera del demonio (La Máscara del demonio, 1960) que tiene un trasfondo temático mucho más rico. Unido a este concepto de Body Count, a Bava directamente le interesa también centrarse en las mismas muertes, con las que busca recrearse en una estética truculenta, muy propia del Giallo, donde el acto violento en sí mismo acaba ocupando una importancia radical. De hecho, algunas de las muertes serán prácticamente plagiadas en películas posteriores, como la pareja ensartada, que aparece emulada claramente en la segunda parte de Viernes 13.

Lo que sí es cierto, es que argumentalmente la película puede recordarnos a la película que Sean S. Cunnigham rodaría una década más tarde, Viernes 13. Después de un inquietante prólogo, que ya nos indica la morbosidad y violencia que siempre le interesan tanto a Bava, llegamos a un punto que resulta muy conocido para el espectador contemporáneo, como es la presentación de los protagonistas principales, un grupo de jóvenes que deciden pasar unos días de fiesta en una pequeña casa rural, que tiene ni más ni menos que un lago (Que no es el Crystal Lake, pero se le parece).

Los jóvenes permiten una carnaza más que evidente en el filme. Y es que durante muchos minutos de metraje, somos testigos de la gran cantidad de desnudos que nos muestra la película, con una voluntad exclusivamente comercial. Actrices desnudas que se pasean por la película de todas las maneras y formas posibles. Bava, anticipándose a las películas Slasher ya sabía que la juventud unida a la sexualidad era un potente reclamo, y eso es precisamente lo que encontramos en Bahía de Sangre. No es realmente que la película necesite muchos de los desnudos que muestra, sino todo lo contrario, en ocasiones resulta vergonzoso la manera en como Bava se recrea en muchas secuencias eróticas, que no están para nada justificadas.

Otro rasgo formal que nos presenta el filme es la utilización del plano subjetivo. Cierto que se puede rastrear en otras películas del Giallo italiano, como Profondo Rosso (Rojo Oscuro, 1975) de Dario Argento. Al igual que en aquella película, el plano subjetivo tiene una inclusión muy relacionada con el desarrollo argumental, pues sirve como ocultamiento de la identidad del asesino. El Plano subjetivo sirve evidentemente para tapar esa baza.

Bahía de Sangre, es una película en definitiva que sólo se separa de la Serie B más rancia por detalles que provienen exclusivamente del propio Bava. La puesta en escena, por ejemplo, está muy por encima de las producciones medias que se hacían en el terror italiano de aquellos años, y que eran copias y plagios de obras canónicas de otros directores, entre ellos el propio Bava.

[1] AGUILAR, Carlos, Mario Bava, Ed. Cátedra, Madrid 2013, p. 253

https://neokunst.wordpress.com/2015/04/27/bahia-de-sangre-1971/
Kyrios
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