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Voto de Kyrios:
7
Thriller. Acción. Drama Biopic sobre Michael Peterson (apodado Charles Bronson), considerado "el hombre más peligroso del Reino Unido". Bronson es un exboxeador extremadamente violento que lleva 34 años en prisión, aunque nunca ha sido sentenciado por asesinato. (FILMAFFINITY)
21 de abril de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bronson no es un biopic al uso. Como iba a serlo por otra parte, teniendo en cuenta que nos encontramos con una película dirigida por el mismo director de grandes obras “Drive” o “Pusher”. El danés Nicolas Winding Refn abandona las formas más habituales para abordar la vida del preso inglés más peligroso de la actualidad, apodado de igual manera que Charles Bronson (por razones obvias).

La implicación directa es quizá una de las obsesiones de Refn en la película. Para ello se sirve de muchos recursos. Entre ellos la conexión directa que establece el personaje de Charles Bronson con el público, que es totalmente directa. Tom Hardy, el actor elegido para encarnar al personaje, se dirige desde un primer momento al público, hablando a la pantalla y al espectador que se sitúa detrás de esta. Refn recorta la silueta de un fondo negro para que no nos distraiga ningún elemento y Hardy pueda empezar con sus particulares monólogos. Pero no sólo Refn utiliza esta comunicación con nosotros, sino que también el director recrea un escenario propio, donde el personaje principal (principal nunca tuvo un significado tan adecuado para definir el protagonismo de nuestro personaje en la obra) puede realizar sus propias cabriolas y destacar el aspecto más dantesco y burlón de Bronson.

La narración también se fragmenta y Bronson nos narra mediante la voz en off diversos momentos de su vida (lo que ayuda a conectar con el público). Es cierto que se intenta seguir una linealidad (desde su etapa infantil a su etapa adulta) pero no tiene nada que ver con los convencionalismos más corrientes del cine biográfico, sino que todo absolutamente es filtrado por el personaje. Y por Refn que realiza una magnífica representación de los hechos. Así pues, la historia se intercala entre los momentos que Bronson evoca y las diferentes escenas de su pasado.

La dirección es quizá lo más interesante de la película. Puede decirse que incluso más que la historia, porque puede ser que por momentos nos puede parecer que la forma se anticipa y va por delante del contenido. En realidad Refn se sirve de la historia para ayudarse a desarrollar su discurso principal, y la relación entre la violencia, el espectador y nuestros gustos.

Bronson es un hijo de su madre. Utilizar algún eufemismo carecería de sentido. Lo sabemos desde el principio pero no podemos evitar simpatizar con él en cierto sentido. Es en esta vía donde se puede entender las relaciones que algunos críticos han visto entre esta película y “La Naranja mecánica”. Sin embargo la realidad es que Bronson se parece a lo que realmente es, una película de Refn, que remite a otras del mismo director y su particular interés en el concepto de la violencia, como “Valhala Rising”.

Como decía, podemos empatizar con el personaje principal. Y eso que a cada momento vemos las terribles acciones que comete. Sin embargo Refn, al igual que Haneke (pero a su modo) construye una realidad fílmica en la que el espectador se integra. Para ello se sirve de unas maneras de dirigir muy interesantes que domarán al espectador de cualquier manera. Cuando quiere molar, el danés nos coloca un tema (que se repite diversas veces en la película y que asociamos perfectamente con el personaje principal) como Glass Candy de Digital Versicolor.Para las escenas de acción (que abundan a lo largo de la película), Refn utiliza una estilización perfecta que hace que en vez de provocar en el espectador un sentimiento de huida, no podamos más que apreciar su estética. Sí, su estética, porque la película sabe desarrollar la belleza mediante acciones de una violencia salvaje. ¿Terrible, verdad?.

Travellings horizontales que harán la delicia de los cinéfilos (como el que realiza en el psiquiátrico y que nos oculta a modo de broma y guiño en la película) o planos aéreos que envuelven, se acercan y retornan para captar el delineado torso del protagonista. Plásticamente se trata sin duda de una película increíble. También, como una constante en su filmografía, el director recurre en diversas ocasiones a la utilización de la música. Además apoya el mensaje de la película y el concepto que pretende transmitir, porque el director se sirve de la música para poder establecer esa conexión íntima entre nosotros y el personaje. Por eso las escenas resultan aún más bellas e increíbles, porque mediante la música (también hay que decir que el director podría estar riéndose perfectamente del videoclip moderno y de cadenas como la Mtv, que utilizan la música para banalizar totalmente el tema y abstraernos de lo que vemos) se crea una sensación placentera que a la vez nos puede hacer reflexionar sobre el contenido de la película. Selección musical que va de todos los polos, desde música clásica hasta la ya citada canción de Digital Versicolor.

Tom Hardy es sin duda el pilar perfecto en el que se sustenta en toda la película (sin él y su perfecta interpretación la película quedaría totalmente coja) y hay que decir que cumple sobradamente y con creces. Una magnífica representación que capta perfectamente el salvajismo que debería suponer el preso londinense.

http://neokunst.wordpress.com/2013/04/21/ciclo-nicolas-winding-refn-bronson/
Kyrios
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