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Voto de Kyrios:
4
Thriller. Intriga Tom Selznick (Elijah Wood), un joven y talentoso pianista que reaparece ante el público tras una breve retirada por miedo escénico, se sienta al piano y se encuentra una nota amenazadora, en la que se le conmina a ejecutar el mejor concierto de su vida si quiere salvar su vida y la de su esposa. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2014
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Eugenio Mira había trabajado ya con actores extranjeros, con The Birthday (2004) así que la producción de Grand Piano (2013) no le cogió desprevenido. Grand Piano cuenta con dos estrellas norteamericanas como son Elijah Wood y John Cusack (este último en un papel ciertamente menor).

De todos modos Grand Piano no es la gran película de suspense que todos esperábamos. Siguiendo la estela de otras obras como Los crímenes de Oxford (realizada por Álex de la Iglesia en el año 2008 y que repetía el protagonismo con el actor Elijah Wood) o Buried (2010, cuyo director Rodrigo Cortés estuvo involucrado con esta película), Grand Piano se inscribe en la estela de estas recientes producciones españolas que intentan alejarse de los géneros habituales de nuestro cine patrio. Sin duda esto es un acto encomiable. Por otra parte se abordan géneros como el Thriller o el terror (recordemos Mientras Duermes, dirigida por Balagueró en el 2011)) que habían sido explotados en el cine español siempre desde una visión austera y desde lo que vulgarmente llamaríamos serie B.

Sin embargo, Grand Piano así como sus compatriotas, tienen un diseño de producción notable. No hay muchos elementos que desentonen y pese a que la premisa de la película no es propicia para el desarrollo de grandes efectos (Elijah Wood es un pianista que se verá obligado por un francotirador a tocar una pieza musical de una complicación muy elevada; de tal manera que casi toda la película utiliza la misma ambientación) cumple sobradamente. Desde la utilización de la luz (con una impecable fotografía, que quizá puede ser tildada de ser demasiado fría) a los movimientos de cámara que liberan de rigidez a la película, que Eugenio Mira realiza con gran presteza, elevándose por encima de las butacas del público donde sucede la acción. Todo esto nos enseña que la película puede luchar perfectamente contra muchas otras producciones que se desarrollan más allá del Atlántico.

La pregunta es si aparte de ofrecer una visión mimética, somos capaces de lograr trascender más allá. Cierto que Grand Piano podría competir en taquilla con muchos otros thrillers nortamericanos, pero la intención artística queda diluida. Se ha buscado un cine de entretenimiento que de camino ha sacrificado el interés artístico. Grand Piano es una película eficiente, pero en líneas generales fría y sin demasiados aciertos. Sólo tenemos que ver la lamentable interpretación de John Cusack (una más) así como el poco aprovechamiento de su personaje para darnos cuenta de la inconsistencia de Grand Piano.

Siguiendo la estela del maestro del suspense, la película explota un argumento típicamente propio del cine de Hitchcok que sin embargo nunca acaba de cuajar. Como ya comentaba, Elijah Wood interpreta el papel de un providencial músico que tiene en breves una de sus funciones más importantes de su vida. El guión desvela poco a poco que el interprete realizó un concierto pareció hace unos cinco años, pero que fracasó en el intento de ejecutar una pieza tremendamente complicada. El caso es que nada más empezar la interpretación el personaje de Wood se dará cuenta de que o hace caso a la voz de John Cusack o su vida y la de su mujer estarán en peligro.

Pese al agradable final con el que se cierra la película, el desarrollo es ciertamente desigual. El suspense sigue una elegancia poco inusual en los thrillers actuales, Y el director de la película recoge un poco de las dosis del maestro británico Alfred Hitchock para componer una obra que parece la versión pulcra y limpia de la película la última llamada (2002) de Joel Schumacher. Es cierto que las películas de Hitchcock nunca han sido una demostración de verosimilitud, pero Grand Piano rompe con cualquier atisbo de credibilidad y sólo una vez el espectador ha admitido los límites de la película puede disfrutar de ella. Si nos ponemos a valorar la realidad de cómo se interpreta una pieza clásica en Piano y como lo hace Elijah Wood en la película ciertamente podríamos no acabar nunca.

No estamos ante una mala película pero tampoco ante un film brillante. Sirvan como ejemplo las interpretaciones principales. Si por una parte Elijah Wood mantiene más o menos a flote la película con la interpretación de un personaje sobre el que recae casi todo el peso argumental, no puede hacer lo mismo John Cusack, que interpreta la voz de un personaje mal construido (después el guión trata de justificar sus acciones criminales, pero las explicaciones resultan poco convincentes y más bien cómicas) y con el que el actor poco puede hacer (aparte de acabar de rematarlo). Cierra el cartel principal Kerry Bishé en un papel insípido y poco creíble como novia de nuestro protagonista principal.

http://neokunst.wordpress.com/2014/02/07/grand-piano-2013/
Kyrios
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