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Voto de Kyrios:
9
Thriller. Drama En Bangkok, el joven Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para tráfico de drogas. Su madre, jefa de una poderosa organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y deseo de venganza, ... [+]
4 de marzo de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ryan Gosling se encuentra a su madre, ya asesinada y tristemente apostada en el suelo, y decide abrir su vientre para introducir su mano dentro, en una clara metáfora del rechazo a la influencia materna, que continuamente lo ha minusvalorado, colocando a su hermano siempre por encima de él, hasta su muerte. Semejante escena es terrible y repulsiva, pero tiene un trasfondo muy significativo. Identificar la última película de Refn como una obra vacía de significado es caer en un tremendo error.

Todo lo contrario, el cineasta danés vuelve a realizar otro milagro cinematográfico, contar una historia sólo con imágenes y sirviéndose sólo de la literatura (de los diálogos) en casos puntuales. Claro que en el camino creativo para elaborar Sólo Dios perdona, el director ha sacrificado, de manera voluntaria, a todos los adeptos que se subieron al tren de Refn al haber visionado sólo Drive, y sin haber entendido nada más de la ya fructífera carrera del director. Sólo Dios Perdona es una película mucho más áspera que su inmediata antecesora, no hay ningún tipo de concesión, ni siquiera para nuestro protagonista principal. Al fin y al cabo, la secuencia final en el bosque, no deja de ser el anticlímax de las películas tradicionales de Hollywood, donde el personaje principal acaba saliéndose siempre con la suya, aunque sea contra viento y marea.

Ryan Gosling vuelve a colaborar con Refn, para interpretar de nuevo a un personaje atormentado. La película compone la mentalidad del personaje mediante la utilización de gestos y pequeñas pistas gestuales que nos ayudan a comprender a nuestro personaje. En este sentido, Refn no es lo suficientemente explicito para el espectador convencional, que no entenderá las imágenes que está visionando. Con la llegada de su madre a Tailandia después de que su hermano haya sido asesinado, entendemos que el personaje de Gosling es el segundo en la dinastía familiar, y que realmente nunca ha importado a su madre, lo que ha creado en el personaje de Gosling un tremendo complejo de inferioridad, que determina por completo su retraído conducta, dejándole metafóricamente sin habla (y sin pulsión sexual, en la secuencia en la que vemos como Gosling ni se immuta ante las insinuaciones de la prostituta). Además poco después nos enteramos de que Gosling emigró a Tailandia, después de haber asesinado con sus propias manos (el remarcado es literal en la película y se reiterará a lo lardo de esta) a su padre. No es casual que el director se centre de manera reiterada sobre esas manos de nuestro personaje, que se han vuelto incontrolables. Gosling es de hecho la enésima revisión del personaje trágico griego, que necesita realizar un sacrificio para templar la Hybris cometida. Eso sí, siempre desde una visión muy personal, y recordemos sino el final de la película, que el director dedica exclusivamente (nos lo advierten los títulos de crédito) al piscomago, filósofo y cineasta también, Alejandro Jodorowsky.

La película es en realidad una historia de venganza, en apariencia bastante simple. La grandeza de Refn está en la consecución de un estilo visual absolutamente increíble. Directamente: Pocos directores, por no decir ninguno, son capaces de realizar unos efectos plásticos tan impresionantes como los que consigue el director con Sólo Dios perdona. Describir con palabras la multitud de hallazgos visuales que despliega el director en la película es casi un intento absurdo, porque además la lírica tiende a ocultarse en las palabras del crítico. Sólo Dios Perdona es una película que debe verse y sentirse por uno mismo. El rojo con el que invade Refn la película no deja de ser el tono predominante de la venganza (rojo sangre), pero cualquier detalle en el film está absolutamente calculado, incluido el vestuario de cada secuencia o los objetos que deben estar presentes en cada escena. El encargado de fotografía, Larry Smith, realiza un magnífico trabajo difícil de describir con palabras.

El color, las texturas…incluso la música, que Refn utiliza también en la película, pese a que en esta ocasión rehúsa a utilizar temas pop como si lo hizo en Drive, razón por la que muchos han caído en el error de decir que la música no es importante en Sólo Dios Perdona, lo que sería una injusticia, porque el cineasta danés utiliza poemas musicales (que normalmente son loops continuos de música realizada por sintetizadores o electrónica) para completar la atmósfera del film.

La violencia no tiene nada que ver con las películas de Tarantino. Sólo hay que ver las primeras películas del director, como la trilogía de Pusher (por cierto, mucho más explícita y con una violencia menos estilizada) para darse cuenta del sentido radical que otorga Refn a esta. La violencia expresa los sentimientos que los personajes son incapaces de realizar con palabras. Evidentemente que hay escenas duras, pero Refn no se recrea en ellas como si fuera un cruel sadista. Al fin y al cabo el teatro griego clásico también estaba colmado de sangre y vísceras (Y como en el film, también a Edipo se le cayeron los ojos por su falta cometida).

http://neokunst.wordpress.com/2014/03/04/ciclo-nicolas-winding-refn-solo-dios-perdona/
Kyrios
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