Ojalá fuera cierto es la película que le apetecería ver a todo el mundo, cuando quiere olvidarse de todos los problemas que están a su alrededor, sentarse en el sofá y disfrutar de una hora y media con algo bastante entretenido y ligero. No requiere mucha concentración, ni que nuestras neuronas hagan un esfuerzo extra a esas horas de la noche.


Reconozco que me enamoré del libro cuando lo leí, no porque fuese algo original eso de personajes del inframundo, en ese sentido Ghost creó escuela y dejó el listón muy, pero que muy alto. Sin embargo, esta historia funciona muy bien, porque no abusa del lado sentimental, ni profundiza en los sentimientos de forma exagerada, todo va caminando bajo un ambiente de buen rollo y mucho sentido del humor. Claro está, que como toda historia romántica, habrá su lado para las emociones más cercanas y la lágrima fácil. Pero no se abusa de ello. Uno de los aciertos es dejar en la mente del espectador, el porque se le aparece al chico solamente, cuestión que descubriremos con el desarrollo de los acontecimientos y ese punto cumbre, con la decisión de la hermana, lo cual lo lleva a tomar una postura de héroe alocado, siempre contando con su buen amigo y a la postre, culpable de que todo esto se haya llegado a producir.

Recalcar que no habría funcionado tan bien, sin la presencia de Witherspoon y Ruffalo en los papeles protagonistas, la química salta a la vista desde las primeras escenas. Y son capaces de encantar al espectador con su actractivo y a la vez hacerlo sonreír con su sentido del humor.

Muy recomendable para pasar un buen rato.