Seguro que si vamos a nuestro restaurante favorito, y siempre nos ponen la misma comida que nos encanta. Con el tiempo perderá el encanto. Nos iremos a otro o cambiaremos de menú.

Pues el cine se está convirtiendo en un gran restaurante y las películas en el plato que tanto nos gusta. ¿ El problema ? Pues que nos están saturando con lo mismo de siempre y ya termina por desviar nuestra atención.

Salomon Kane es a pesar de la nota tan baja que tiene... una gran película de aventuras ambientada en la época medieval. ¿ Su problema ? Que todo lo que ofrece ya lo hemos visto, y que bebe de fuentes de muchas pelis conocidas. Es cuestión de fijarse un poco. ( ver spoiler 1 )
Sin embargo, la propuesta es muy atractiva. Magia, sangre, espadas… pólvora. Desde Rusia nos llega fantasía arropada por la mugre y la oscuridad, y no le sienta nada mal. Michael Basset es el responsable de dirigir esta epopeya que narra las aventuras de Solomon Kane, un personaje creado por Robert E.Howard,y cuyas andanzas se publicaron, en su mayor parte, a primeros del siglo pasado en el magazine de corte pulp Weird Tales.

Kane, interpretado para la ocasión por James Purefoy, es un personaje carismático de naturaleza errante, acostumbrado a combatir al diablo en sus múltiples formas, desde las junglas de África, hasta los bosques de Europa. Algo que le da mucha vida a la historia, es el cambio de actitud del personaje. Un ser cruel y violento, pasa a buscar la redención, para poder liberar su alma de las garras de la Guadaña del Diablo. Esta transformación la veremos desde sus inicios y el cambio radical al que se enfrenta. Pero como dice el dicho: " La cabra siempre tira al monte ".

Lo dicho, película muy entretenida y con gran dosis de terror y oscuridad. La ambientación en exteriores fríos, neblina y nieve son perfectos para el devenir de la historia. Y el vestuario, digno de resaltar.