Lo cierto es que después de ver esta maravillosa película, me sigue encantando el señor Scorsese y aún ahora lo admiro más. ¿ Hace mejor cine que antes ? Por supuesto que no. ¿ Y entonces esa admiración ? Pues por su gran inteligencia.

Si utilizara un símil musical, nombraría ahora mismo a Madonna o a la banda americana Bon Jovi, unos genios en lo suyo, pero que han sabido adaptarse al mercado y ofrecer a sus seguidores lo que realmente quieren ver, en pocas palabras... jugar sobre seguro.

El cine anterior de Scorsese era más original, menos previsible, siempre ofreciendo algo nuevo al espectador, siempre esperabas su nuevo trabajo, para ver por donde iba a salir esta vez. En cambio lleva unos años, que ofrece algo bueno, pero ya visto y ha dejado de innovar en el mundo del cine. Utiliza casi siempre a su actor fetiche, ( DiCaprio mejora como el buen vino en cada actuación ), es meticuloso igualmente con la historia, los detalles que en otras pelis pasan desapercibidos, la música es coherente con la historia, unos personajes muy currados y perfectamente tratados a lo largo del film. Todo encaja a la perfección, pero esos finales ya los hemos vistos y muchas veces. Es capaz de crear un ambiente de tensión cuando lo desea, la ambientación, la música, los movimientos de cámara, los primeros planos... te cortan la respiración. Recomiendo encarecidamente ver varias veces la llegada y las consiguientes explicaciones a los dos agentes judiciales a la llegada a Shutter Island, si a esto acompañamos los personajes que " deambulan " por allí... el pánico ya lo tenemos metido en el cuerpo.

El saber manejar la doble historia del personaje es una maravilla, nos vende la misión judicial de acudir a ese lugar tenebroso a resolver un caso realmente curioso, en plan Sherlock Holmes y Watson. Donde en lugar de encontrar la colaboración de aquellos habitantes, todos son puertas cerradas y poca información, haciendo todo mucho más complicado e intrigante. Cada personaje tiene su momento y su peso en la trama, aunque sean pocos los segundos que aparezcan en pantalla, es algo realmente curioso. Sin embargo, en la segunda parte de la película, cuando el protagonista principal, comienza a mezclar lo real con lo ficticio, para mi gusto, baja el nivel del film. Me recordó por momentos a la bajada de calidad del Twins Peaks de David Lynch cuando hicieron lo mismo. Al final el espectador no sabe por momentos donde está la realidad y donde no. Aunque el giro argumental del final intente arreglarlo.

A mí me ha encantado, creo que cuando la vea en varias ocasiones más, le seguiré subiendo la nota.