Qué extraña decepción me he llevado con esta película del, en principio competente, Bryan Forbes, que me ha resultado infantil en el mal sentido de la palabra, con unas interpretaciones exageradísimas, unas situaciones desangeladas y una historia inverosímil a la vez que predecible que hasta un niño debe ver como tonta. O yo me he perdido algo, o el director debía vomitar todos los días al volver a casa después del rodaje. El despropósito y la estupidez es tal que me resulta increíble!¡Maldita sea, hasta Michael Caine parece un actorzucho de revista! ¿Habrá algún propósito oculto en todo esto???Si alguien es capaz de defender este bodrio, por favor, que me abra la mente!!