Men In Black III es una de esas películas que cumplen exactamente con lo esperado: ni es más, ni es menos; ni te sorprende, ni te decepciona.

En la línea de sus predecesoras (mejor que MIB-II, pero sin estar a la altura de MIB), ésta película es de fácil visionado, sin grandes pretensiones ni divagaciones mentales. El objetivo es entretener, y en gran medida se cumpla. Entretenimiento barato, sí, pero entretenimiento al fin y al cabo.

El guión es sencillo, pero por desgracia, al igual que el resto de historias que se embarcan en viajes temporales, acaba incurriendo en incoherencias e imposibilidades que llevan inevitablemente a círculos viciosos (dialelos). Lo repetiré hasta la saciedad: para tratar con el uso y alteración del tiempo, hay que tener bien estructuradas y definidas las posibilidades, y si no es así, mejor no hacerlo.

Smith y Lee Jones, siguen funcionando sin llegar nunca a la maestría, con esos chistes malos característicos de la franquicia que tan poco me gustan. Josh Brolin sorprende con un adecuado mini-K. Quien tal vez haya quedado más desmarcada es Thompson, con un personaje con el que no destaca como nos tiene acostumbrados, en parte al débil papel que se le otorga.

En resumen, una película bastante simple y con algunos errores de guiones, pero que nos hace pasar una tarde entretenida.

Lo mejor: No te duele la cabeza después de verla y no te duermes: entretenimiento fácil y ligero.

Lo peor: El guión, y el trato de las alteraciones temporales.