Está claro que Tarantino, y más concretamente Pulp Fiction, marcaron un antes y un después y dieron paso a toda una retahíla de películas protagonizadas por gángsters de tres al cuarto en situaciones rocambolescas y con una narrativa deconstruida. En algunos casos se trata de films insustanciales, aunque también los hay buenos, e incluso hubo quien consiguió darle una vuelta de tuerca más al asunto y crear su propio subgénero (sí, me estoy refiriendo a Guy Ritchie), y por supuesto se dieron un buen puñado de revisiones locales del asunto; en España tuvimos Airbag y esta Matando Cabos está claro que se trata del caso mexicano.

La película arranca bien, con una confusión inicial que genera un punto de partida interesante y una presentación de los personajes moderadamente graciosa, pero en seguida deriva en una sucesión de payasadas demasiado random (ya sé que a este tipo de pelis no se les puede exigir demasiada coherencia, pero hay situaciones muy tontas que parecen más propias de un sketch de Cruz y Raya), y llegados a este punto la mayoría de los personajes no tienen suficiente carisma como para sostener la película.

Quizá Matando Cabos merezca algo más que el 5 que le he puesto, porque además el lenguaje cinematográfico está bien declinado, y tiene algunos planos y secuencias bastante logrados, pero no sé si será que me hago mayor ya o qué, el caso es que este tipo de humor tan simple no me dice gran cosa.