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Voto de burton:
10
8,4
34.625
Cine negro. Intriga. Thriller
En la ciudad de Los Angeles un agente de una compañía de seguros (Fred MacMurray) y una cliente (Bárbara Stanwyck) traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. (FILMAFFINITY)
28 de agosto de 2006
62 de 76 usuarios han encontrado esta crítica útil
Junto con "Sunset Boulevard" la obra cumbre de Wilder, una OBRA MAESTRA sin paliativos, abrumadora y espectacular.
Basada en la obra de John McCain (autor de obras tan conocidas como "El Cartero siempre llama dos veces" y guionista de la versión epónima de Bob Rafelson en colaboración con David Mamet..., o guionista de obras tan conocidas como "Alma en suplicio" de Michael Curtiz u "Ossessione" de Luchino Visconti) titulada "Three of a kind" y basada en un famoso caso real ocurrido a finales de los años 20 en NY, fue traducida de dos formas en castellano; para Sudamérica como "Pacto de sangre" y en España como "Perdición".
La espectacular y paradigmática fotografía en blanco y negro de John F. Seitz, es una referencia clásica dentro del cine azabache de los 40, y la música perturbadora de Miklós Rózsa, sobre todo al inicio de los títulos de crédito con la silueta de Walter Neff (o tal vez el señor Dietrichson) en muletas, ambientan esta cinta con guión adaptado del prestigioso Raymond Chandler y del propio Wilder.
Wilder recurre en esta cinta a algunos de sus personajes favoritos como ya hiciera en "El Apartamento" y/o "En bandeja de plata" ; el mundo de las compañías aseguradoras, con sus vendedores y sus ascensoristas..., y los sitúa en una trama de cine azabache; a saber el recurso narrativo de una voz en off (el personaje de Walter Neff interpretado brillantemente por Fred MacMurray), una mujer fatal (Phyllis Dietrichson interpretada por una cautivadora Barabara Stanwyck), un asesinato, un final tormentoso, perdedores,y humo, mucho humo...El de los cigarros de Walter y los puros de Barton Keyes,el jefe del departamento de siniestros interpretado soberanamente por el gran Edward G. Robinson...
Uno nunca se cansa de ver esta cinta sublime, que marcó la pauta junto con un ramillete de excelentes películas de uno de los géneros más grandes en la historia del cine, el de ese negro que siempre viste tan elegante...
Los diálogos tienen esa deliciosa, concisa y sentenciadora ironía de las novelas de Chandler y cuando la cinta llega a su fin, el eco de las últimas y recurrentes palabras de Walter Neff a su querido Keyes; "...yo también te quiero..." aún reverberan en nuestros oídos.
Como dato anecdótico y si queréis curioso, esta obra maestra tiene el orgullo de la participación de un españolito que por aquel entonces ya había trabajado a la orden de gente tan importante como Orson Welles y el propio Billy Wilder, interpretando en esta ocasión el papel de Sam Garlopis, un camionero que intenta "enchufar" un pufo a la compañía y es sonrojantemente desenmascarado por el sagaz Barton Keyes y "sus enanillos en el estómago", tan perspicaces ellos...
Para los fanáticos de esta obra maestra hay un enlace web de la película en su versión original; www.filmsite.org/doub4.html. Disfrutadlo.
M A G I S T R A L.
Basada en la obra de John McCain (autor de obras tan conocidas como "El Cartero siempre llama dos veces" y guionista de la versión epónima de Bob Rafelson en colaboración con David Mamet..., o guionista de obras tan conocidas como "Alma en suplicio" de Michael Curtiz u "Ossessione" de Luchino Visconti) titulada "Three of a kind" y basada en un famoso caso real ocurrido a finales de los años 20 en NY, fue traducida de dos formas en castellano; para Sudamérica como "Pacto de sangre" y en España como "Perdición".
La espectacular y paradigmática fotografía en blanco y negro de John F. Seitz, es una referencia clásica dentro del cine azabache de los 40, y la música perturbadora de Miklós Rózsa, sobre todo al inicio de los títulos de crédito con la silueta de Walter Neff (o tal vez el señor Dietrichson) en muletas, ambientan esta cinta con guión adaptado del prestigioso Raymond Chandler y del propio Wilder.
Wilder recurre en esta cinta a algunos de sus personajes favoritos como ya hiciera en "El Apartamento" y/o "En bandeja de plata" ; el mundo de las compañías aseguradoras, con sus vendedores y sus ascensoristas..., y los sitúa en una trama de cine azabache; a saber el recurso narrativo de una voz en off (el personaje de Walter Neff interpretado brillantemente por Fred MacMurray), una mujer fatal (Phyllis Dietrichson interpretada por una cautivadora Barabara Stanwyck), un asesinato, un final tormentoso, perdedores,y humo, mucho humo...El de los cigarros de Walter y los puros de Barton Keyes,el jefe del departamento de siniestros interpretado soberanamente por el gran Edward G. Robinson...
Uno nunca se cansa de ver esta cinta sublime, que marcó la pauta junto con un ramillete de excelentes películas de uno de los géneros más grandes en la historia del cine, el de ese negro que siempre viste tan elegante...
Los diálogos tienen esa deliciosa, concisa y sentenciadora ironía de las novelas de Chandler y cuando la cinta llega a su fin, el eco de las últimas y recurrentes palabras de Walter Neff a su querido Keyes; "...yo también te quiero..." aún reverberan en nuestros oídos.
Como dato anecdótico y si queréis curioso, esta obra maestra tiene el orgullo de la participación de un españolito que por aquel entonces ya había trabajado a la orden de gente tan importante como Orson Welles y el propio Billy Wilder, interpretando en esta ocasión el papel de Sam Garlopis, un camionero que intenta "enchufar" un pufo a la compañía y es sonrojantemente desenmascarado por el sagaz Barton Keyes y "sus enanillos en el estómago", tan perspicaces ellos...
Para los fanáticos de esta obra maestra hay un enlace web de la película en su versión original; www.filmsite.org/doub4.html. Disfrutadlo.
M A G I S T R A L.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
16 de julio de 1938, es de noche y Walter Neff (con 2 efes como Filadelfia), un agente de seguros de 35 años, "soltero y sin señales personales... hasta hace poco, claro...", sale malherido de su coche y se adentra en la compañía de seguros "Pacific All Risk Co" de la ciudad de Los Angeles, para la que lleva trabajando 11 años...
Sentado en su despacho, coge un magnetófono en el que registra a modo de voz en off y de flash back al mismo tiempo, la confesión (aunque a Walter no le guste esa palabra) de los hechos acontecidos en aquel día a su amigo Keyes, aunque la historia arranque unos meses antes, a finales de mayo de aquel mismo año...
...Aprovechando un viaje a Glendale acerca de unas pólizas de unos camiones, y a la vuelta, en la lujosa urbanización de Los Felix Boulevard en Quebec Street, plagada de casas de estilo español tan de moda en los años 20, decide visitar a un cliente suyo, el señor Dietrichson(Tom Powers) un rico empresario del petróleo que vive con su hija Lola(Jean Heather) hija de su primer matrimonio y su enigmática segunda esposa Phyllis, a propósito de la renovación de las pólizas de unos coches.
Desde el primer momento, cuando Phyllis baja las escaleras con aquella sensual y metafóricamente fatídica pulsera en los tobillos, Walter se ve irremisiblemente arrastrado hacia una especie de viaje de ida en tranvía con una única parada final: el cementerio...La Perdición...
Ambos pergeñan un plan que les reporte pingües beneficios; Walter "propone" a Phyllis una póliza de accidentes con una doble indemnización (de 100000 dólares en total) en caso de fallecimiento accidental de la víctima...
Las vías de un tren, la suplantación de un cadáver, los supermercados Jerry como lugar de encuentro entre los cómplices,un testigo ocasional,una hija adoptiva histérica, el amante de ésta, celos... y un infalible detective que estuvo cerca de acertar de pleno en la diana, de no ser porque el culpable estuviera más cerca de lo que él se pensaba...
G R A N D I O S A.
Sentado en su despacho, coge un magnetófono en el que registra a modo de voz en off y de flash back al mismo tiempo, la confesión (aunque a Walter no le guste esa palabra) de los hechos acontecidos en aquel día a su amigo Keyes, aunque la historia arranque unos meses antes, a finales de mayo de aquel mismo año...
...Aprovechando un viaje a Glendale acerca de unas pólizas de unos camiones, y a la vuelta, en la lujosa urbanización de Los Felix Boulevard en Quebec Street, plagada de casas de estilo español tan de moda en los años 20, decide visitar a un cliente suyo, el señor Dietrichson(Tom Powers) un rico empresario del petróleo que vive con su hija Lola(Jean Heather) hija de su primer matrimonio y su enigmática segunda esposa Phyllis, a propósito de la renovación de las pólizas de unos coches.
Desde el primer momento, cuando Phyllis baja las escaleras con aquella sensual y metafóricamente fatídica pulsera en los tobillos, Walter se ve irremisiblemente arrastrado hacia una especie de viaje de ida en tranvía con una única parada final: el cementerio...La Perdición...
Ambos pergeñan un plan que les reporte pingües beneficios; Walter "propone" a Phyllis una póliza de accidentes con una doble indemnización (de 100000 dólares en total) en caso de fallecimiento accidental de la víctima...
Las vías de un tren, la suplantación de un cadáver, los supermercados Jerry como lugar de encuentro entre los cómplices,un testigo ocasional,una hija adoptiva histérica, el amante de ésta, celos... y un infalible detective que estuvo cerca de acertar de pleno en la diana, de no ser porque el culpable estuviera más cerca de lo que él se pensaba...
G R A N D I O S A.