Claro, Garry Marshall nos coloca el bellísimo "Claro de Luna" de Claude Debussy y entonces ya parece que nos encontramos con una drama romántico épico, que no comedia pese a alguna situación divertida. Pues no, eso es trampa y no cuela. Lo malo de "Frankie & Johnny" es que apunta demasiado alto, quiere tocar muchos temas, desde trascendentales a los más corrientes, y en esa ensalada en la que cabe la cárcel, los hijos o no hijos o los malos tratos, las cosas suceden casi de sopetón, sin que el espectador acabe de comprender a los personajes.

Porque esa es otra. De acuerdo, Al Pacino, me encanta su momento baile, y Michelle Pfeiffer, están muy bien pero sus personajes, con tendencia a la depresión hasta al suicidio, no me convencen. Uno porque realmente es demasiado acosador y pesado sin ningún motivo verdadero y la otra porque no sé lo que le pasa, ni lo que quiere. Efectivamente le pasa algo pero cuando lo descubrimos es ya muy tarde. Poco más que destacar en esta película que aunque no está mal hecha, me resulta forzada, razón por la que no me llega. Bueno, quizá a la guapa Ele Keats.