Confieso que he estado a punto de catearla, y aún no lo descarto en alguna de estas revisiones, porque todas las críticas que se pueden hacer son ciertas. Desde el oportunismo de la propuesta, hasta lo blando a la vez que tópico, pasando por la inexistencia de algo tan vital como el guión o un personajes que ni existen opacados por la estrella que los interpreta. Todo esto es verdad pero también que se trata de un formato peculiar consistente en juntar el mayor número posible de caras famosas y darles unas minihistorias interconectadas, aunque sea levemente, unas con otras. En efecto, es el mismo que el de "Love Actually" (2003), lo que empuja a que prime la cantidad que la calidad. Es pobre pero es exactamente lo que quiere ser.

Ahora bien, ¿qué me ha hecho repensármelo? Pues que el visionado de la película no es aburrido ni cosa parecido. Desde luego, no hace gracia, quizá dos o tres momentos, ni te emociona lo más mínimo, pero entre trama y trama, te distraes y hasta alguna te puede coger por sorpresa. A lo que hay que sumar que el tema, diez historias de amor en el día de San Valentín, será cursi pero no desagrada, como tampoco el propio tono escrupulosamente limpio. Por fin una comedia romántica para todos los públicos. Otro aliciente de este trabajo es, obviamente, el número de famosos que pululan en ella. Yo me quedo con la guapa Jessica Alba y la estrella emergente de Emma Roberts. Claro que ¡será posible que... (SPOILER) quede sola!