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Voto de Reaccionario:
5
Comedia. Drama Melinda (Radha Mitchell) sufre dos crisis completamente diferentes que dan lugar a situaciones cómicas y dramáticas, que sirven para abordar las cuestiones recurrentes del cine de Allen: la fragilidad del amor, la infidelidad dentro del matrimonio, el romance sofisticado, la incomunicación. (FILMAFFINITY)
31 de mayo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso debate el que establecen unos amigos que comparten mesa y mental en un bistró neoyorquino. ¿La vida es esencialmente comedia o drama? Para salir de dudas Woody Allen nos ofrece una historia, que parte de la llegada de una mujer a una casa donde se está celebrando una cena, que se bifurca en dos en las mentes de nuestros demiurgos, según la interpretación de cada uno. La película no deja claro cuál es, es más desentiende de la pregunta, así que yo mismo os daré la mía: las dos cosas. Dejémoslo en tragicomedia o comedia dramática. Pero ¿qué pasa con los otros géneros? ¿No puede ser también terror, aventura o romance? Así es, la vida es todo y mucho más.

Como se ve, para esta conclusión, que es la evidente, no hace falta armar un discurso sobre la ficción de dos tramas que comparten tan sólo la misma protagonista, la tal Melinda (Radha Mitchell). En realidad, no hay mucha diferencia entre una y otra, y lo que es peor, ninguna es rompedora. La trágica no conmueve, ni la cómica te hace reír. Por encima de la protagonista, neurótica en una, apagada en otra, el único personaje que te interesa es Laurel (Chloë Sevigny) mientras que Will Ferrell como imitador de Woody Allen, o su alter ego delante de las cámaras, está cargante a más no poder. A todo esto, la historia solemne me gusta más que la otra, que actúa casi como rémora.
Reaccionario
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