Comedia más o menos sofisticada que mezcla el romance con el thriller en forma de robo en un prestigioso museo de París. "Cómo robar un millón y..." se beneficia de una trama simpática y el fuerte carisma de sus actores, desde los principales, Peter O'Toole, que está muy simpático, y Audrey Hepburn, hasta los secundarios, Eli Wallach, Hugh Griffith y Charles Boyer. Es ingeniosa aunque la parte del atraco que duró más de la mitad del metraje es un poco inocente. Muchos la comparan con "Charada" (1963) pero a la que verdaderamente se asemeja es a la británica "Ladrona por amor" (1966).

A mí me ha resultado llevadera aunque tampoco es que me haya entusiasmado. Por ejemplo, este look sesentero, por muy Givenchy con el que se vista Audrey es, tal vez no horroroso, pero sí bastante feo, esas gafas, ese corte de pelo, ese velo o esos zapatos. Y hablando de la Hepburn, a mí lo que me preocupa y si fuera mujer, también y no sé si más, es cómo una señora que pasó malnutrición infantil con sus secuelas, que nunca llegó a sobrepasar los 46,5 kilos de peso y que parece que sufrió anorexia, se haya convertido con su delgadez en un icono femenino, la antítesis del ideal de mujer.