"Madagascar" sigue la tónica de los dibujos animados de los últimos años. Muchos chistes, aventuras, personajes histriónicos que no paran de hacer el idiota, referencias a la cultura norteamericano y un desarrollo de lo más plano. La verdad es que la nueva animación no me hace la más mínima gracia y tampoco estoy nada seguro de que a los más pequeños les deleite este carrusel de simplezas, por más que ante tanta parida, en ocasiones consigan arrancarte alguna que otra sonrisa. Como en otras ocasiones he apuntado, el tono de esta clase de dibujos responde más a los adultos y adolescentes que a los propios niños. En este sentido, no me extraña que los creadores sean los mismos que los de la inefable "Shrek"

La historia de "Madagascar" podría haberse aprovechado para algo más que lo que nos ofrecen Eric Darnell y Tom McGrath. La marcha en pos de un nuevo hogar invita a películas como "En busca del valle encantado". Pero desgraciadamente para mi, el viaje de nuestros animalescos amigos es todo lo contrario a iniciático sino una mera excusa para atiborrarnos con gracietas de todo tipo, desentendiéndose de cualquier intento de profundizar en los personajes, de conmovernos con su aventura, de transmitirnos unos valores, de hacernos reflexionar, de emocionarnos con la belleza de un dibujo o de cualquier otra cosa que no sea el entretenimiento más rudo aún a costa de nuestra inteligencia y sensibilidad.