Parece mentira que una historia tan hermosa como la de Beouwulf, poema épico anglosajón anónimo de la Edad Media, siga esperando una adaptación cinematográfica en condiciones porque por ahí hay otra protagonizada por Gerard Butler, puede que peor que ésta. Dicho esto, aprovecho para comentaros que conozco dicha historia no por el texto original sino por una adaptación incluida en el maravilloso libro de lectura para 5º de la EGB de la editorial Santilla, "Los viajeros del Futuro", lleno de relatos, leyendas y cuentos preciosos, el mejor dentro de esa inolvidable colección de "Fantasía y Lectura". Desde aquí la reivindico. Pero volviendo al tema, la película es irrelevante, tiene un tono más bien cutre y encima es fea y no sólo porque estos monigotes animados, trasunto de dibujo animado, son horrendos, salvo el de Angelina Jolie, que está más guapa así que al natural. Por cierto, lo de sus zapatos de tacón, una gran chorrada.

Que tenga todo un aire poco serio con estos muñecos, que el héroe sea un ceporro que se le ocurre pelear con el monstruo desnudo, que pretenda ir de romántico con queridas a las que puede que triplique la edad, por cierto, muy mona esta Alison Lohman, puede ser malo y lo es, pero lo peor es que Robert Zemeckis le da por alterar la historia. Primero, demuestra desprecio por una obra capital de la Edad Media. Y Segundo, ¿para qué lo hace? Pues os lo voy a decir: para cargarse un mito, unas ideas y unos valores. En la original existe una glorificación del héroe, un culto al valor y el honor y una sacralización de la realeza. Hay grandeza y belleza, porque hay ideales y valores hermosos. Sin embargo, hoy día estos ideales próximos a la caballería, nos molestan y entonces alteramos la historia para ofrecer una imagen vulgar, prosaica y antiépica, y destruir la visión tradicional. Y de paso, le damos un coscorrón al cristianismo.