Este enorme éxito comercial de 1993, la más taquillera del mundo en ese año y la 15 actualmente, a precios sin ajustar, que causó verdadero furor aprovechando la fascinación infantil por los dinosaurios, aunque yo personalmente nunca me he sentido muy atraído por ella, está bastante bien pero tiene un grave defecto. Bueno, grave no, pero defecto sí: que no es como ninguna de la saga "Indiana Jones", me refiero a las anteriores a 1993, que "El Reino de la Calavera de Cristal" (2008) no cuenta, ni las dos originales de "Alien". Recuerdo que en su momento me esforzaba en compararlas, ya sea porque Steven Spielberg es también el creador del más famoso arqueólogo del mundo, ya porque la aparición de "monstruos", me recuerda a la de Ridley Scott y James Cameron. Al final, aunque "Parque Jurásico" se hace amena, evidentemente está muy lejos de estas obras maestras que acabo de relatar. Incluso es inferior a ese otro gran clásico comercial nacido de Spielberg, como es "Tiburón" (1975).

Dicho esto, el entretenimiento está asegurado y no sólo por unos efectos especiales muy buenos, premiados con uno de los tres Oscars que recaudó, junto a Sonido y Efectos de Sonido. De hecho, esta mezcla de robótica, ordenadores, stop motion y no sé que más, son de los mejores que he visto, a pesar de tener más de veinte años de antigüedad. Aunque para mí, los de "Aliens: el regreso" (1986) son insuperables. Pero como digo, no sólo hay dinosaurios representados con gran realismo sino una película, que aunque es aventurera y familiar, a pesar de alguna secuencia un pelín fuerte para los más pequeños, plantea varios temas interesantes. En concreto, casi todo los diálogos o lo que dice el doctor Malcolm (Jeff Goldblum) tiene enjundia, respecto a la evolución, el caos o el progreso frente a la naturaleza. Esta adaptación de la novela homónima de Michael Crichton con una pareja protagonista de más peso, por ejemplo pongamos a Kevin Coster y a Sharon Stone, ganaría puntos pero aún así, resulta atractiva.