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España España · Barcelona
Voto de Sémele:
6
Intriga. Drama. Romance Emily Edith, una dura y cínica agente de policía, se infiltra en una cerrada y estricta comunidad judía de Nueva York para intentar descubrir al autor de un brutal asesinato. A pesar de las reticencias iniciales, la joven logra integrarse poco a poco en el grupo y, además, comienza a enamorarse del hijo de un rabino. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Funcional thriller policial firmado por un director, Sidney Lumet, especialmente dotado para el cine de policías ("Serpico"), el de abogados ("La noche cae sobre Manhattan") y el drama familiar ("Antes de que el diablo sepa que has muerto"). "Una extraña entre nosotros" estaría entre el thriller policial convencional y el drama familiar en el seno de una comunidad judia, profundamente tradicional y hermética.

Melanie Griffith interpreta a Emily, la resolutiva detective de policia, a quién se le ofrece infiltrarse en dicha comunidad para encontrar al asesino de un joven judio que se dedicaba a vender diamantes. Allí, por supuesto, hallará un interés romántico en Ariel, el guapo hijo del rabio (Eric Thal), que le indroducirá, juntamente con su hermana Lea (Mia Sara), en este mundo cerrado y tradicional, cuyas leyes, positivas y negativas, son el eje principal de choques entre los miembros de la comunidad y la detective, mujer libre e independiente.

Griffith es una notable actriz que interpreta eficazmente a la protagonista, aunque, a veces, el guión, demasiado simple y previsible, provoca que caiga en ciertas situaciones que parecen forzadas. Por ejemplo, cuando declara "su amor" a Ariel me resulta poco natural, poco creíble, dada la naturaleza independiente de la chica (viendo como se quita moscones de encima) y Ariel me resulta extremadamente cándido e inocente, aunque en un principio parecía algo rebelde. En su caso, su forma de actuar parece más justificada. Es como si hubiera que meter una historia romántica sí o sí, lo que lastra un poco la película, a mi modo de ver.

En cuanto a la historia policial en sí, la investigación policial del asesinato, no deja de ser convencional, muy vista. Incluso, su necesidad de encontrar un culpable me pareció demasiado fácil y masticada, se ve algo forzada, puesto que el asesino está entre un puñado de cartas marcadas. Aun así, la resolución no está mal y deja de ser previsible por unos minutos, para dar la oportunidad de que los protagonistas muestren su verdadera naturaleza en una situación límite.

En resumidas cuentas, es una buena película, muy de los 90, aunque no estaría entre las mejores de Lumet. Los actores me resultaron muy convincentes en sus papeles, a excepción de los momentos forzados de los que hablaba (en ellos, Ariel me resultó más creíble que Emily). Me interesó muchísimo el retrato de la comunidad, así como la ambientación claustrofóbica, cargada de momentos extraños a nuestros ojos, pero justificados con las explicaciones de los dos hermanos. También la transformación física y mental de la protagonista. Los previsibles choques también aportan una pequeña nota de humor, a una propuesta interesante.
Sémele
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