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España España · Madrid
Voto de Veerleen:
5
Drama Cuando Claire se entera de que está embarazada de cinco meses a la tierna edad de diecisiete años, decide dar a luz de manera anónima. Así, Claire encuentra refugio en Madame Melikian, bordadora para diseñadores de alta costura. Día a día, puntada a puntada, a medida que crece la barriga de Claire, el hilo de los bordados teje un vínculo filial entre ellas. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2006
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una máquina de coser dando sus puntadas, una mano paciente uniendo lentejuelas, una mata de pelo rojo apartada de la cara. El tempo de Bordadoras es similar al de la tarea del bordado, lento, paciente, detenido en los detalles e hipnóticamente bello.

La directora, Éléonore Faucher, tiene oficio. De hecho, es ella quien saca adelante la película suavizando un guión irregular y pesado del que también es responsable. La presentación de los personajes, que podría haberse resuelto en pocos minutos, se alarga sin sentido durante la primera mitad de la película. La historia tarda en avanzar y resulta aburrida. Es una lástima que la relación entre las protagonistas, verdadero punto de interés, apenas tenga desarrollo y trate de resolverse apresuradamente en la última media hora de metraje.

Ariane Ascaride resulta perfecta como Madame Mélikian, la madre desesperada por la pérdida del hijo. Por su parte, Lola Naymark, Claire, es algo inexpresiva y no llega a encajar en un papel que pedía más de su intérprete. Sin embargo compensa la falta de actuación con una imagen muy potente que llena la película. La melena pelirroja y rizada de la actriz se convierte en un elemento más de la película. Faucher vuelve a ella una y otra vez recreándose en retratarla al más puro estilo impresionista.

Bordadoras sufre el gran problema del cine europeo en general. Técnicamente la película resulta excelente, cuidada, de una enorme belleza. Sin embargo, el guión cojea, no está a la altura del resto. La historia tiene un punto de partida interesante pero su desarrollo resulta irregular, su ritmo inadecuado y la resolución precipitada. Ese gran problema del cine europeo es que los directores se han metido a guionistas y, en general, los guiones se han resentido. Y es que no entendemos que tener una buena idea, no es los mismo que tener un buen guión.
Veerleen
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