Últimamente estoy saldando la deuda pendiente que tengo con los hermanos Coen y me estoy entregando a ver todas las películas de su filmografía que me llamen la atención. Después de haberme desternillado con EL GRAN LEBOWSKI me decidí a ver EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO ALLÍ sabiendo anticipadamente que me iba a gustar: y vaya si me gustó.

Las películas con una narración por delante me encantan y aquí la voz doblada de Billy Bob Thornton nos acompaña durante casi todo el desarrollo del film. Primero nos presenta a los curiosos personajes que nos iremos encontrando (¿hay alguna película de los Coen en los que sus personajes no sean 'curiosos'?) y a partir de aquí empezamos a sorprendernos con una película agradable, tranquila y muy bien hecha.

Ed Crane (B. B. Thornton) es un introvertido y silencioso barbero de un pequeño pueblo de California, que para romper con lo monótono de su vida cotidiana y tras comprobar que su mujer le es infiel, decide aprovecharse de esta situación para iniciar un chantaje.

En el transcurso de la película, que se desarrolla en el verano de 1949, veremos aparecer a Jon Polito, otro actor de reparto fetiche de los Coen (Muerte entre las flores) y superarse a si mismo a Tony Shalhoub (que hoy podemos verle en la serie Monk) con un papel cargado de fuerza interpretativa y lleno de detalles histriónicos. Sobra comentar la función de Frances McDormand, que en FARGO me pareció repipi y atontada y aquí, amargada, asquerosa y calculadora.

Nos encontramos ante una película que supera lo entretenido y roza lo excelente pero que a pesar de ello ha sido prácticamente enterrada ante los ojos de muchos desde la fecha de su estreno.

Desenterrémosla y comprobemos que el hecho de que los hermanos Coen son de los mejores en lo suyo, no es un tópico.