Pura obra teatral: abundantes diálogos en habitáculos cerrados. Una trama de comedia un poco sosa (falta verdadero enredo),
Incorpora Minnelli, en el reparto, a Pat Boone, un cantante cuyo peso específico es su voz y la melodía, su papel lo realiza bien, pero falta una canción, aunque solo sonara en el tocadiscos de Charlie como música de fondo.
También incorpora a ese monstruo interpretativo de personajes maliciosos y quisquillosos, que es Walter Matthau. Lástima que no tenga más contenido.
Es decir, que por recursos no queda, para haber sacado mayor partido y no quedare en una calificación de pasable.