Parecía que está película iba a ser otra cosa, tenia buenos ingredientes, unos buenos actores, el jazz tocado por maestros del género como Louis Amstrong y el siempre sugestivo Paris de los sesenta. Pero ay, cruel decepción por mi parte, el romance entre las dos parejas, las chicas provincianas y bienpensantes y los dos musicos que saben que para el tipo de música y vida que quieren llevar, Paris es su sitio , por otro lado Martin Ritt no arriesga nada, junta a la chica negra con el chico negro y al blanco con la correspondiente, si hubiera sido un romance interracial hubiera sido todo mucho más interesante y eso que Paul Newman Y Joanne Woodward lo hacen muy bien, por otro lado a Sidney Poitier y Diahan Carroll parece que los han puesto para hacer bulto. En resumen, un melodrama previsible, noño y un poco aburrido, aunque eso si, la música magnífica, que duda cabe