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España España · Zaragoza
Voto de JVMarq:
9
Intriga. Drama El fiscal del distrito de Nueva York asigna a un abogado novato (Andy García) su primer caso: que se haga cargo de la acusación en el juicio más polémico y de mayor impacto mediático de la ciudad: un traficante de drogas es acusado de asesinato, pero el asunto tiene implicaciones de corrupción policial. Del caso en cuestión se ocuparon su padre, que resultó herido, y otro policía, que resultó muerto... (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2009
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sidney Lumet, director de grandes películas como Doce hombres sin piedad, Network o Tarde de perros entre otras, maestro como nadie tanto en juicios como en historias policíacas, da una lección magistral de como debe ser una película perfecta mezclando ambos, tratando temas como la corrupción, los conflictos morales, la verdad y la mentira, todo ello con un realismo del que solo puede recogerse a pie de calle, ambientandola en la ciudad que mejor conoce el veterano director; Nueva York. Mostrando, no mejor dicho, recreándose en los personajes que llegan a formar parte de una historia que lo tiene todo.
Y es que esa es la base en la que Lumet construye su película; un magnifico reparto donde todos son, no solo importantes y necesarios, sino parte vital de la historia que nos cuenta.
Empezando por mi admirado Andy García ¿he dicho alguna vez que quiero a este tío?, y continuando por el siempre convincente Richard Dreyfuss, el siempre entrañable Ian Holm, la bella Lena Olin o la alegría que nos produce a unos cuantos ver al gran James Gandolfini como secundario de lujo.
El ritmo es por momentos grandioso, frenético, apabullante. Es aquí donde se deja notar bien a las claras la mano de Lumet, acompañada acertadisimamente por la característica fotografía de David Watkin y la seria partitura de Mark Isham, a tono con la historia.
La película cuenta con escenas que quedan en la memoria, todas con un impacto visual enormemente atractivo. Algunas por su forma de ser rodadas, como la espectacular redada al capo, y otras por su particularidad en si mismas, como las conversaciones entre García y Dreyfuss en la sauna.
Mención aparte merece la forma elegante que tiene Lumet de mostrar la violencia, sin excesos, de manera sobria e inteligente, sin alejarse en ningún momento del drama vivo y bien armado.
Se juega bien a las claras, de manera astuta pero sincera, con la ética en la justicia, también con la política y como no con el pilar básico, la actuación policial.
La noche cae sobre Manhattan es una película necesaria para cualquier amante de los géneros mencionados, una apuesta segura, sinceramente un placer que se saborea con gusto, con aspectos que por separado podrían hacer una película buena, pero que todos juntos hacen de esta una película imprescindible.
JVMarq
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