Es cierto que The Little Things se siente un tanto reciclada, a veces demasiado “Fincheriana” sin llegar a un nivel en dirección y desarrollo de alguna película de este director. Es cierto también que el intermedio del filme es algo tedioso, y que el interés se dispersa en una narrativa menos encontrada. Pero lejos de eso, The Little Things no es para nada un filme malo, y menos merecía ese extraño mancillamiento del publico y crítica especializada. El filme de Hancock tiene sus bondades, lo primero es una atmosfera muy bien lograda, hay momentos tensos en la trama innegables, lo segundo un buen trabajo actoral, sobre todo de Washington y Leto, en menor grado de Malek, que lleva años haciendo el mismo papel. The Little Things es un filme sobre el peso de la culpa, la voluntad de hacer lo correcto y lo cíclico que resultan algunas cosas en la vida por momentos. No llega al nivel de otros filmes de culto de parecida temática, por ahí los que hemos visto mucho de este tipo de películas no encontraremos una gran sorpresa en esta ocasión, pero sí valoraremos el hecho de un entretenimiento decente.