Lo bueno
Es un filme increíblemente bello en su forma narrativa y el desarrollo de personajes, esto es fundamental, porque Koreeda es un director y escritor de personajes, les interesa de manera humana, los desarrolla con respeto. Sus personajes están lejos de ser perfectos por eso son tan humanos.

Es la última película donde podemos ver a Kirin Kiki, una actriz con una naturalidad y ternura inigualable, este filme es un homenaje a ella, logran unos planos hermosos, hay uno en una playa que enternece el alma. Un adiós emotivo y sincero para una gran actriz.

Tiene momentos increíblemente bellos, es un asunto de planos sí pero es algo más que eso también, como una complicidad sensorial entre actores y cámara, una maravillosa muestra de cine humano, un elenco en estado puro, un director con ecos de la humanidad y sensibilidad de Kurosawa.

Tiene un giro hacia el final que cambia el registro completamente, maestría total en dirección y escritura de guión. Esos minutos finales muerden el alma.

Me gusta el trabajo natural con la luz en la foto. Cine sin mucho artificio.

Lo no tan bueno

Lo único que puedo sentir con Koreeda es que le cuesta un poco los inicios de sus películas no en introducción de sus personajes si no en la introducción del arco narrativo.

9/10

Opinión final: De lo mejor del año, y de lo mejor de los últimos años, junto a Winter Sleep es mi favorita de las ganadoras de la Palma de Oro. Koreeda se pone en la lista de mis favoritos, su cine tiene magia, sensibilidad, empatía. Se atreve a mostrar un Japón que ni sabíamos que existía. Un cine con alto contenido humano, un derroche de sensibilidad, cine para sentir y encariñarnos.