Monty lo tenía todo: dinero, fama, amigos, lujo, respeto, una novia maravillosa (Rosario Dawson)... pero lo echó todo a perder cuando alguien lo delató y le condenaron a pasar 7 años en la cárcel por tráfico de drogas.

La historia narra las últimas 24 horas de Monty antes de entrar en la cárcel. En ese tiempo decide reunirse con las personas importantes en su vida como son su padre y sus amigos de la infancia; los cuales había dejado de lado una vez decidió elegir ese tipo de vida. Monty se encuentra hundido, perdido en lo más profundo de sí mismo y lleno de dudas, lo cual le lleva a sospechar incluso de su amada novia. Pero esa última noche quiere que sea una gran fiesta, de reencuentros y despedidas a la vez y la verdad es que dará para mucho...

La cinta envuelve un homenaje grandioso a la ciudad de Nueva York, a sus gentes, a sus rincones más profundos, a sus dramas... es cómo dicen por ahí un poema que Spike Lee le ha dedicado. La música es una melodía perfecta que llega al interior de cada uno, los personajes tienen una fuerza y una credibilidad desmesurada, a lo que ayuda la gran interpretación de Edward Norton y Barry Pepper, la escenografía... en fin, todo, maravilloso.