Sí, así fue, ayer perdí la virginidad respecto al cine de Wes Anderson. Fue la primera película suya que vi, obviamente ya conocía todo sobre su estética y conocimiento tan amplio que posee cinematográficamente hablando, y, sinceramente, me he quedado triste y desolado.

Esta película la vi en versión original con subtítulos en español (VOSE) y eso me dificulto su disfrute debido a la alta velocidad que tienen los personajes de conversar, aunque tampoco me perdía mucho, si no me confundo. Otro problema que había era esa cantidad de personajes que abrumaban por todos lados, impidiendo que, al salir del cine, me acordara de algún nombre lo que también me complicaba el empatizar con ellos o disfrutarlos como podría deberse. No pude conectar con ninguno de ellos, quizás con los niños, quienes me parecen la manzana dorada dándome un buen gusto, pero por el resto me siento desconectado.

Entiendo que el cine de autor tiene sus más y sus menos, sus altos y sus bajos, sus puntos de amor y de odio, pero creo que esta película ha intentado ir más allá, con esos cambios de plano, esa excentricidad, pero no ha conseguido desarrollar un historia que apeteciese seguir viendo más allá de por su estética. y de intentar comprender qué mensaje habría. No sé, espero encontrar en el resto de su repertorio algo más atractivo