Segunda colaboración entre el director islandés Baltasar Kormákur y el actor Mark Wahlberg después de la exitosa Contraband (2012), el correcto remake de Reykjavik Rotterdam (2008). Denzel Washington es la otra estrella que encabeza el reparto de esta 2 Guns, adaptación de una novela gráfica de mismo nombre escrita por Steven Grant. Secundan buenos actores, Paula Patton, Edward James Olmos, Bill Paxton, James Mardsen, Fred Ward y Robert Burke. Buen resultado en taquilla, doblando mundialmente los 61 millones de dólares que ha costado.

'Bobby' Trench (Washington) y 'Stig' Stigman (Wahlberg) son dos agentes encubiertos como traficantes en una operación de narcotráfico para meter entre rejas a un capo de la droga (Olmos). El primero es un agente de la DEA, el segundo un oficial de la inteligencia naval, ninguno de los dos sabe que el otro utiliza una falsa identidad. Parte del plan de ambos es robar el banco donde el capo tiene su dinero e investigar la procedencia, lo que no saben es que el dinero que van a sustraer -43 millones de dólares- pertenece a la CIA. Al final todo esto poco importa, 2 Guns va del intento de cada personaje y entidad que aparece en la película por hacerse con la suma de dinero.

La pareja Washington/Wahlberg se merecía más que un guión con tan poca chicha como el de 2 Guns para compartir pantalla por primera vez. Y es una lástima porque si 2 Guns aprueba es gracias a la química y conexión entre los dos actores, sus coñas, las líneas de diálogo que les han dado, su saber estar en pantalla y las dotes para las escenas de acción que tanto han practicado en el cine por individual. Su buen trabajo está desaprovechado por un guión previsible y facilón, un lío de dinero que nunca acaba de calar.

Que el guión y lo que pase no interese en demasía es la razón de que 2 Guns sea una película aún más ligera de ver de lo que su visionado prometía, y hace que la relación Washington/Wahlberg sea aún más foco de interés, el único junto a unas escenas de acción bastante formales y la duración ajustada de hora y media, suficiente para que la película no llegue a hacerse pesada entre tanto vaivén de maletines.