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Voto de Seldon:
7
6,1
36.462
Thriller. Acción. Drama
Dos jóvenes, El Niño y El Compi, han decidido ir a Gibraltar para introducirse en el mundo del narcotráfico. Riesgo, emociones y mucho dinero para quien sea capaz de llevar sin sobresaltos una lancha cargada de hachís que vuela sobre las olas. Jesús y Eva, dos agentes de la Policía antidroga, llevan años tratando de demostrar que la ruta del hachís es una de las principales vías de penetración de la cocaína en Europa. Su objetivo es El ... [+]
17 de septiembre de 2014
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en que decir de una película española “no parece una peli española”, o “parece una peli americana” era un elogio, porque comparado con las historias que se contaban aquí, esas otras sobresalían bastante, y no solo necesariamente por los medios y la calidad técnica. La cosa empezó a cambiar hace algunos años, y nuevos directores de cine se lanzaron sin ningún tipo de complejos a hacer películas de género, y no las consabidas comedietas costumbristas, los manidos dramones sociales o las películas sobre la posguerra civil.
El Niño es una de esas películas, una película de género, un thriller de acción policial a la que ese carácter de “no parecer española” quizás le perjudique más que le ayude: lo que antes era una rareza digna de destacar, ahora ya no lo es tanto, y ahora si corre el riesgo de ser comparada en serio –y desfavorablemente- con las películas americanas de género.
Antes de contar nada más, dos cosas: una explicar el título de este post: no es que El Niño cuente el mismo tipo de historia que The Wire, ni que tenga el mismo formato (película frente a serie de TV) ni la misma calidad (para mi The Wire es una serie casi perfecta, así que cualquier comparación...) pero fue una referencia que se me vino a la cabeza, por el tema del tráfico de drogas, por el puerto y los containers (¡esa segunda temporada de The Wire!), etc.
Y la otra cosa: ¡pero que malo es el póster de la película! No se como le han iluminado la cara al actor que hace de El Niño, pero con esos ojos parece más bien un extraterreste, o mejor, uno de los niños de El pueblo de los malditos.
Bueno, vamos al lío. Realmente El Niño cuenta dos historias -dos historias que se cruzan- casi hasta el punto de decir que hay dos películas en una. La historia del policía (de Jesús) y la historia del traficante (El Niño).
Por un lado está la historia del policía, la historia de Jesús, que investiga las redes de tráfico de drogas en el estrecho junto con su compañera Eva. Jesús investiga desde Algeciras a las mafias internacionales que se dedican a pasar grandes cantidades de droga desde Africa a Europa a través del estrecho y con la inestimable ayuda de Gibraltar como “base segura” desde la que operar. Es una historia de detectives, de escuchas telefónicas, de investigaciones de cuentas bancarias, de seguimientos a sospechosos,... y de hecho es la historia que más me interesa de la película.
Probablemente sea porque aquí es donde el nivel de los actores está altísimo. Tosar es muy grande, y aquí lo vuelve a demostrar, pero es que Eduard Fernández, o incluso Sergi López no se quedan para nada atrás.
Y esa historia sigue siendo la que más me interesa incluso cuando la “parte de acción” de la película entre en juego dejando un poco de lado la “parte de thriller”, que es cuando Jesús se ve degradado/castigado/obligado a volver a ser un agente de a pie, o mejor dicho “de aire” y a patrullar el estrecho en helicóptero.
Y aquí es donde el nivel técnico de la película no desmerece en absoluto, las escenas de acción, las persecuciones en helicóptero están muy bien hechas, muy bien rodadas y muy bien montadas, y no desmerecen en absoluto a producciones extranjeras, que seguramente han tenido un presupuesto mucho mayor.
Y por otro lado está la historia de El Niño y de El Compi. Esta historia también la hemos visto antes muchas veces: es la de unos chavales de barrios marginales, que sobreviven con trabajos que no les gustan rodeados de gente con más dinero que ellos, (dinero de las drogas) haciendo lo que ellos hacen pero a mucha mayor escala. Como se dice en un diálogo de la película, mientras dos personajes pasean entre yates caros del puerto deportivo:
Entonces, ¿no crees que se pueda ser rico sin ser un delincuente?
Esta parte contiene la historia de amor, las dificultades para intentar abrirse hueco en el mundillo del tráfico de drogas desde Marruecos,... Ya sabéis: los peces pequeños se asocian entre si, y quieren imitar a los peces grandes haciendo lo mismo que ellos, y lo grande, como ellos. Pero claro, las cosas no son tan fáciles, ni nadie se lo va a poner tan fácil para trepar...
Y esta es la historia que me interesa menos, y creo que es la más lastra a la película. No es que esté mal, pero la otra está mucho mejor. Probablemente también tenga que ver con los actores. Decía antes que el nivel de los actores es altísimo, me gusta prácticamente como lo hace todos, salvo curiosamente Jesús Castro, el que interpreta al supuesto protagonista de la película (aunque para mi que este título debería ser para Tosar). Nunca me lo acabo de creer del todo, ni me acaba de parecer natural. Incluso me gusta más el que interpreta a El Compi (Jesús Carroza) que ya le daba sopas con honda a Juan José Ballesta alias El Bola en 7 vírgenes.
<sigo en el spoiler sin revelar nada>
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2014/09/el-nino-no-es-wire-pero.html
El Niño es una de esas películas, una película de género, un thriller de acción policial a la que ese carácter de “no parecer española” quizás le perjudique más que le ayude: lo que antes era una rareza digna de destacar, ahora ya no lo es tanto, y ahora si corre el riesgo de ser comparada en serio –y desfavorablemente- con las películas americanas de género.
Antes de contar nada más, dos cosas: una explicar el título de este post: no es que El Niño cuente el mismo tipo de historia que The Wire, ni que tenga el mismo formato (película frente a serie de TV) ni la misma calidad (para mi The Wire es una serie casi perfecta, así que cualquier comparación...) pero fue una referencia que se me vino a la cabeza, por el tema del tráfico de drogas, por el puerto y los containers (¡esa segunda temporada de The Wire!), etc.
Y la otra cosa: ¡pero que malo es el póster de la película! No se como le han iluminado la cara al actor que hace de El Niño, pero con esos ojos parece más bien un extraterreste, o mejor, uno de los niños de El pueblo de los malditos.
Bueno, vamos al lío. Realmente El Niño cuenta dos historias -dos historias que se cruzan- casi hasta el punto de decir que hay dos películas en una. La historia del policía (de Jesús) y la historia del traficante (El Niño).
Por un lado está la historia del policía, la historia de Jesús, que investiga las redes de tráfico de drogas en el estrecho junto con su compañera Eva. Jesús investiga desde Algeciras a las mafias internacionales que se dedican a pasar grandes cantidades de droga desde Africa a Europa a través del estrecho y con la inestimable ayuda de Gibraltar como “base segura” desde la que operar. Es una historia de detectives, de escuchas telefónicas, de investigaciones de cuentas bancarias, de seguimientos a sospechosos,... y de hecho es la historia que más me interesa de la película.
Probablemente sea porque aquí es donde el nivel de los actores está altísimo. Tosar es muy grande, y aquí lo vuelve a demostrar, pero es que Eduard Fernández, o incluso Sergi López no se quedan para nada atrás.
Y esa historia sigue siendo la que más me interesa incluso cuando la “parte de acción” de la película entre en juego dejando un poco de lado la “parte de thriller”, que es cuando Jesús se ve degradado/castigado/obligado a volver a ser un agente de a pie, o mejor dicho “de aire” y a patrullar el estrecho en helicóptero.
Y aquí es donde el nivel técnico de la película no desmerece en absoluto, las escenas de acción, las persecuciones en helicóptero están muy bien hechas, muy bien rodadas y muy bien montadas, y no desmerecen en absoluto a producciones extranjeras, que seguramente han tenido un presupuesto mucho mayor.
Y por otro lado está la historia de El Niño y de El Compi. Esta historia también la hemos visto antes muchas veces: es la de unos chavales de barrios marginales, que sobreviven con trabajos que no les gustan rodeados de gente con más dinero que ellos, (dinero de las drogas) haciendo lo que ellos hacen pero a mucha mayor escala. Como se dice en un diálogo de la película, mientras dos personajes pasean entre yates caros del puerto deportivo:
Entonces, ¿no crees que se pueda ser rico sin ser un delincuente?
Esta parte contiene la historia de amor, las dificultades para intentar abrirse hueco en el mundillo del tráfico de drogas desde Marruecos,... Ya sabéis: los peces pequeños se asocian entre si, y quieren imitar a los peces grandes haciendo lo mismo que ellos, y lo grande, como ellos. Pero claro, las cosas no son tan fáciles, ni nadie se lo va a poner tan fácil para trepar...
Y esta es la historia que me interesa menos, y creo que es la más lastra a la película. No es que esté mal, pero la otra está mucho mejor. Probablemente también tenga que ver con los actores. Decía antes que el nivel de los actores es altísimo, me gusta prácticamente como lo hace todos, salvo curiosamente Jesús Castro, el que interpreta al supuesto protagonista de la película (aunque para mi que este título debería ser para Tosar). Nunca me lo acabo de creer del todo, ni me acaba de parecer natural. Incluso me gusta más el que interpreta a El Compi (Jesús Carroza) que ya le daba sopas con honda a Juan José Ballesta alias El Bola en 7 vírgenes.
<sigo en el spoiler sin revelar nada>
Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2014/09/el-nino-no-es-wire-pero.html
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Por cierto, esto me parece un acierto: si vas a hacer un thriller ambientado en Andalucía (en Sevilla en el caso de 7 vírgenes, o en Algeciras en el caso de El Niño) búscate protagonistas que den el pego como gente de la zona, que hablen como la gente de la zona... sean marroquíes, o sean gaditanos, o que no lo sean en absoluto pero que puedan pasar por, más allá del tópico. Y no te limites a meterlos como personajes secundarios exóticos para amueblar (como meterían a algunos mejicanos de secundarios en una película norteamericana sobre la frontera). Aquí el director, Daniel Monzón, ha acertado. Para el resto del reparto importa menos, porque está justificado: los policías no tiene porqué parecer de la zona, entre otras cosas porque probablemente, en la realidad sea así y los policías no presten servicio necesariamente donde nacieron. Y en el caso de Ian McShane (el magnífico Al Swearengen de Deadwood), aparece tan poco –es poco más que un cameo- que casi ni me di cuenta de que estaba en la película.
Otro aspecto en el que acierta Monzón es –como ya dije- en las escenas de acción, pero sobre todo, donde más acierta (y lleva acertando un tiempo) es en lanzarse a hacer sin complejos películas de género, como ya hiciera en su películas anteriores: la magnífica Celda 211, o las ya más flojitas, como La caja Kovak. He visto hasta ahora todas sus películas y me parece interesante hasta la primera (El corazón del guerrero). La única que no creo que esté a la altura es El robo más grande jamás contado, pero incluso en esta se lanzó sin complejos a hacer una comedia sobre atracos.
Decía al principio que precisamente el “no parecer una peli española” puede jugar en contra de esta película, y de hecho estoy viendo algunas críticas que la están poniendo a parir. Hombre, a ver, no se trata de compararla con obras maestras del género, o con películas de mucho mayor presupuesto, pero incluso así, si se la compara, el Niño sale bastante bien parada, es una buena película. Cuando haces una película que dura 130 minutos y te aburre (a mi no me aburrió) es que no está mal hecha. Cuando haces una peli de buenos y malos, de policías y ladrones (o de traficantes, para el caso es lo mismo) y logras que el espectador quiera que al malo, al ladrón, le salgan las cosas bien, y que se identifique con él hasta tal punto, entonces es que algo estás haciendo bien.
Creo que es una de las candidatas para seleccionar entre ellas la elegida para enviarla a los Oscar, y –aunque de las otras tres alguna está muy bien y también me falta alguna por ver- no estoy seguro de que sea buena idea, viendo las cosas que la academia premia como mejor película extranjera últimamente, sobre todo el año pasado. Quizás enviar una película que, por tema y estilo, podrían haber rodado allí, y no una cosa más “exótica” no le haga ningún favor.
El Niño no es The Wire, no es Breaking Bad, pero tampoco lo son muchas películas y superproducciones similares. El Niño es una buena película –muy buena en algunos momentos- que no tiene que nada que envidiar nada a películas extranjeras de género similar, y que está por encima del nivel habitual del cine español y muy por encima del que se hacía hace no tantos años, cuando entre las comedietas de Trueba o Colomo destacaban las frikadas de Almodóvar.
Otro aspecto en el que acierta Monzón es –como ya dije- en las escenas de acción, pero sobre todo, donde más acierta (y lleva acertando un tiempo) es en lanzarse a hacer sin complejos películas de género, como ya hiciera en su películas anteriores: la magnífica Celda 211, o las ya más flojitas, como La caja Kovak. He visto hasta ahora todas sus películas y me parece interesante hasta la primera (El corazón del guerrero). La única que no creo que esté a la altura es El robo más grande jamás contado, pero incluso en esta se lanzó sin complejos a hacer una comedia sobre atracos.
Decía al principio que precisamente el “no parecer una peli española” puede jugar en contra de esta película, y de hecho estoy viendo algunas críticas que la están poniendo a parir. Hombre, a ver, no se trata de compararla con obras maestras del género, o con películas de mucho mayor presupuesto, pero incluso así, si se la compara, el Niño sale bastante bien parada, es una buena película. Cuando haces una película que dura 130 minutos y te aburre (a mi no me aburrió) es que no está mal hecha. Cuando haces una peli de buenos y malos, de policías y ladrones (o de traficantes, para el caso es lo mismo) y logras que el espectador quiera que al malo, al ladrón, le salgan las cosas bien, y que se identifique con él hasta tal punto, entonces es que algo estás haciendo bien.
Creo que es una de las candidatas para seleccionar entre ellas la elegida para enviarla a los Oscar, y –aunque de las otras tres alguna está muy bien y también me falta alguna por ver- no estoy seguro de que sea buena idea, viendo las cosas que la academia premia como mejor película extranjera últimamente, sobre todo el año pasado. Quizás enviar una película que, por tema y estilo, podrían haber rodado allí, y no una cosa más “exótica” no le haga ningún favor.
El Niño no es The Wire, no es Breaking Bad, pero tampoco lo son muchas películas y superproducciones similares. El Niño es una buena película –muy buena en algunos momentos- que no tiene que nada que envidiar nada a películas extranjeras de género similar, y que está por encima del nivel habitual del cine español y muy por encima del que se hacía hace no tantos años, cuando entre las comedietas de Trueba o Colomo destacaban las frikadas de Almodóvar.