John Adams fue el vicepresidente de Estados Unidos cuando el país se independizó de los ingleses, y tuvo como primer presidente a George Washington y luego fue el segundo presidente que tuvo el país, antes de Jefferson. ¿Lo conocían?... pues yo tampoco.

El caso es que –salvo si eras historiador o ciudadano norteamericano- fue un segundón, un personaje bastante secundario en la historia –incluso en su propio país- pese a ser uno de los padres fundadores de la nación que estuvo eclipsado por otros como Washington, Jefferson o incluso Franklin. Pero de un tiempo a esta parte está redescubriendo y reivindicándose su carrera política y diplomática, incluso sus escritos.


La HBO, hace unos años, en 2008 concretamente, hizo una miniserie biográfica sobre su vida (de 7 episodios), titulada simplemente John Adams y que dirigió el que por entonces era un desconocido, Tom Hopper, pero que un par de años después triunfaría con El discurso del Rey.

Como toda serie de la HBO la calidad de la ambientación se le supone, y está garantizada, así que como serie histórica veréis lo que se espera ver: casacas rojas, pelucas blancas con bucles en los abogados de los tribunales, miriñaques y calzas entre los nobles de la corte francesa... Al parecer históricamente hablando no es tan precisa como les gustaría a los historiadores, pero la verdad es que no domino yo tanto la historia de los Estados Unidos como para apreciar los errores históricos que tenga, o las licencias que se tomen los guionistas.

La serie comienza en 1770, cuando John Adams era abogado en Boston, relatando un hecho histórico: una masacre en la que los soldados ingleses dispararon en unos tumultos con la población, matando a algunos civiles. A Adams, prestigioso abogado famoso sobre todo por su imparcialidad e integridad, le toca defender a uno de los soldados ante el tribunal. Paul Giamatti es el actor que han elegido como protagonista, y la verdad es que no lo hace mal y le va bastante bien al personaje: un actor que habitualmente interpreta a secundarios, dando vida a un personaje histórico bastante secundario, aunque aquí sea el protagonista.

Pero básicamente lo que relata la primera parte de la serie es la revolución americana, desde poco antes del motín del te (el Tea Party) en el puerto de Boston. Los ingleses pretenden cobrar una serie de impuestos a sus colonias norteamericanas, con gran malestar de estas que se niegan a pagarlos, sobre todo porque tampoco están representadas en el parlamento británico.

Así vemos episodios históricos de aquella época, más conocidos supongo para los norteamericanos (como los congresos continentales o la redacción de la declaración de independencia) y sus personajes protagonistas. Por cierto la caracterización de David Morse como George Washington está bastante bien lograda.

Lo que pasa es que la serie no va sobre la revolución americana y la guerra por su independencia del imperio británico: empieza por ahí, pero realmente es la historia de John Adams, de su vida desde 1770 y de su carrera. Como abogado primero, como padre de la patria después, como embajador americano en varios países de Europa, como vicepresidente y luego presidente de los Estados Unidos,... y hasta su muerte en 1826, ya retirado, apartado de la política y dedicado a escribir.

Creo que a la serie le pasa lo mismo que a todas las biografías: en lugar de centrarse en algún episodio concreto, y contarnos el ambiente histórico y el carácter del personaje, pretenden abarcar casi toda su vida. Se embarcan en su pensamiento político, en sus rencillas con otros padres fundadores de la nación como Jefferson, o Washington, en la relación difícil y distante con sus hijos... Y al final, para me gusto la falta algo a la o que agarrase y fallan en lograr apasionar al espectador. Eso si, las críticas fueron unánimemente buenas, y las puntuaciones que tiene esta serie en páginas web son altísimas: no comparto la opinión.


Probablemente no sea mala serie, pero la verdad es que te tiene que interesar mucho la historia de los Estados Unidos en general o de este hombre en particular para que te resulte realmente interesante. En mi caso no lo lograron, así que una muesca más (aunque son pocas) en mi particular marcador de fallos de la HBO.

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