Otra vez se ha demostrado que el espíritu de una novela puede ser traspasado al cine, ya que cada cambio de escena se siente como si pasarán la página de la novela de Jaune Austen, y es que cada escena es inspiradora y te contagia los sentimientos que la protagonista siente a lo largo de todo el metraje. Si a eso le añadimos una inspiradísima labor de Joe Wright trás las cámaras y una agraciada Keira Knigthley (de la que es imposible no enamorarse en esta película) y una hermosa banda sonora, tenemos una película cuando menos notable.

Desde el principio se nota ese ambiente romántico, la película se va adheriendo al espectador y logra sacarle o sonrisas o suspiros según sea el caso, la película tiene buen ritmo y esta narrada de una manera agradable que te hace complice de la trama, tiene uno que otro punto muerto y puede que por momentos se haga lenta, pero eso lo compensa un excelente guión que conserva el espíritu de la novela, una maravillosa ambientación y fotografia y una hermosa banda sonora (no puedo crear que haya perdido el Oscar conta Brockeback Mountain.

Finalizó destacando la inreíble labor de Joe Wrigth que dirige unas secuencias de manera maravilllosa a todo el reparto, Judi Dench hace lo mismo de siempre pero esta correcta, Donald Sutherland y Brenda Blethyn estan muy bien en los roles de los padres (sobretodo esta última) y Matthew Macfadyen esta excelente como el señor Darcy pero la reina de la película es una magnífica Keira Knightley quien realizá una inigualable interpretación (por moementos me recordó a Gwyneth Paltrow en Shakespere in Love) que de no haber sido porque competía contra la también maravillosa Reese Witherspoon, ella se hubiera alzado con el Oscar.